Pasó su fútbol por Corrientes y ahora cría caballos y compró la casa de un ex presidente

Se trata de Gastón Sessa, quien vistió los colores del azulgrana y el aurirrojo correntino en su época de futbolista. Radicado en Chascomús, donde vive en el campo, es dueño de un haras, gestiona una empresa constructora y transformó la casa de Alfonsín en un hotel boutique. 

El ex arquero, Gastón Sessa, se alejó de cualquier relación con el fútbol y las polémicas, así como también de los ruidos de la ciudad. Junto a su familia se decidió buscar una mejor calidad de vida y hace trece años optaron por irse a vivir a un campo ubicado en la ciudad bonaerense de Chascomús.

El Gato, quien en su carrera profesional como futbolista tuvo dos tres pasos por por Corrientes para vestir la camiseta de Huracán Corrientes, primero, y luego la de Boca Unidos en dos ciclos, es titular de un haras de pura sangre y administra con su familia la empresa que llevaba adelante su padre y un hotel boutique.

En Chascomús, donde reside, tuvo la oportunidad de comprar la casa del ex presidente, Raúl Alfonsín, que transformó en un hotel boutique que contiene un espacio-museo, gracias a las donaciones que recibió de familiares y amigos del recordado primer mandatario de la vuelta a la democracia.

“Hace trece años que me vine a vivir a Chascomús. Fue una decisión familiar ligada a un estilo de crianza que le queríamos dar con mi mujer a mis hijos. Estoy viviendo en un campo que había comprado en 2003 y lo usábamos de vez en cuando, hace un tiempo decidimos venir a vivir acá y la verdad es que nos encanta”, contó Sessa en una entrevista firmada por el colega Lucas Cislagui de Olé.

El ex arquero indicó que “otra cosa que hice en Chascomús fue comprar la casa del ex presidente Raúl Alfonsín y la convertimos en un hotel boutique. Hoy ya llevamos un año gestionándolo y tuvo mucho éxito. En la casa que yo remodelé había vivido él hasta el año 1983, cuando se la vendió a un amigo suyo para solventar la campaña presidencial. Ese hombre decidió venderla en pandemia y la compramos con mi familia. La convertimos en un hotel boutique que se llama Casa Laurel”.

Sessa precisó que por una ordenanza municipal que protege el patrimonio histórico no pudo hacer grandes modificaciones al edificio, pero señaló que “hay cosas que están igual como su dormitorio y el escritorio en el que recibía a las personas. Familiares de Raúl (Alfonsín) nos han donado muchas cosas e hicimos una especie de museo también”.

Respecto a su inclinación por los equinos, el Gato recordó que “en 2016 tomé la decisión de retirarme y simultáneamente compré un par de caballos con un amigo y ahí empezó todo. Me ayudó a retirarme en paz”.

“Tengo un haras de pura sangre que se llama Sauce Grande. Lo que hacemos ahí es todo lo que se llama doma, descanso y preteining de los animales. Dentro del haras hay más de 40 caballos, y si bien no todos son míos, nos encargamos del cuidado. La verdad que los caballos me dieron la adrenalina que no necesitaba para mi vida después del retiro”, confesó.

Además, Sessa y familia gestionan una empresa que llevaba adelante su padre, hasta que enfermó. “Cuando mi viejo tuvo un ACV y decidimos que no participara más de la empresa constructora que él tenía por temas de salud, le propuse a mi mujer si tenías ganas de sumarse a la empresa y aceptó. Por suerte hoy la constructora creció muchísimo y tenemos más de 200 empleados. Es nuestro caballito de batalla”, manifestó el ex arquero al diario deportivo.

Un reconocido jugador de Boca Unidos en la Gran Manzana de Nueva York

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