La crisis social en Misiones se agrava. La Legislatura debió sesionar a puertas cerradas y con un imponente operativo policial que comenzó el miércoles. La movilización de docentes y otros sectores que reclaman un aumento salarial del 100% fue duramente reprimida por la policía, luego de superar el cuádruple vallado colocado en el acceso. En esta oportunidad, los efectivos que también piden un incremento en sus sueldos no participaron de la protesta.
Fueron 25 minutos muy intensos. La multitudinaria marcha llegó a la Cámara de Representantes a las 18.30 y fueron directo a tratar de sobrepasar la primera línea del vallado. Lo lograron tras diez minutos tironeo, ante la mirada de las fuerzas de seguridad desplegadas detrás.
El quiebre de la primera valla en la zona central distrajo a la policía y los manifestantes pudieron entrar por un lateral unos minutos después. La avanzada de la protesta quedó cara a cara con una primera línea de la uniformados. Detrás de preparaban las tropas de infantería con escudos.
Los manifestantes pudieron, tras algunos forcejeos, vencer la primera resistencia. Entonces actuó el Cuerpo de Operaciones Especiales (COE). Primero aguantó el embate. Y luego recuperó posiciones arrojando gas. Como consecuencia, Blas Martínez, fotógrafo de Infobae, fue afectado. La acción disuasiva corrió hacia la calle al grupo que había superado el vallado.
Después todo estaba como al principio: los docentes y otros grupos de trabajadores fuera, la policía en el acceso. Y los legisladores adentro. Varios docentes increparon a los policías que estaban en un vallado lateral. Les reprochaban la falta de solidaridad que habían recibido en el acampe en el Comando. También se vieron trabajadores de la salud junto a los distintos grupos docentes. Los maestros están embanderados con algunos gremios, pero la mayoría son autoconvocados.
La protesta se llevó a cabo cuando la noche ya había caído sobre Posadas, bajo un cielo encapotado que dejaba caer una intensa garúa. Cada tanto, cuando un docente se acercaba a las posiciones del COE, la policía volvía a arrojar gas. «Tengo 63 años. Soy docente jubilada. Me tiraron gas en los ojos. Esto es la primera vez que pasa en muchos años», narró Olga a Infobae cuando lo peor había pasado.
Las unidades del 107 (de respuesta rápida) ubicadas en el lugar atendieron a unas 20 personas. La mayoría con problemas en los ojos por el gas irritante que arrojó la policía. Una de ellas tuvo que ser derivada a un nosocomio por un prurito (picazón) intensa.
También hubo dos casos de presión alta y una persona que sufrió un ataque de nervios. Cuando los sacaron, los manifestantes tiraron algunos palos y objetos contra el grupo de choque de la policía. Una de las enfermeras comentó a Infobae que, para superar el efecto del gas, se les aplicó solución fisiológica a los afectados.
Infobae