Guillermo Garat, socio de Santiago Caputo, es el vicepresidente de YPF a cargo de la publicidad. Los vínculos con Wado y el camporista Patucho Alvarez.
Javier Milei hizo de la pauta cero a medios y periodistas una bandera central de su relato libertario, que utiliza para atacar a adversarios como Martín Llaryora o Axel Kicillof. Pero la inconsistencia de ese relato empieza a mostrar sus costuras.
Lo que hizo el gobierno de Milei fue mudar el pautado en medios a YPF, con la excusa que se trata de una empresa «privada». Una pavada que no merece mayor discusión ya que al presidente y el vice de la compañía con control estatal, los nombra el gobierno sin mayor necesidad de otros antecedentes profesionales, que ser del agrado del gobierno.
Este viernes el investigador del Conicet, Agustín Espada, reveló que en los primero tres meses del año el gasto en publicidad de YPF sumó 10.419 millones de pesos, cuando a esta altura del 2023, durante el gobierno de Alberto Fernández se habían destinado 895 millones de pesos.
Esto equivale a un salto del gasto en publicidad superior al 1100% contra una inflación acumulada en la zona del 300% durante el mismo período, según consta en el informe Estados Financieros de YPF presentado ante los inversores y auditado por Deloitte, al que accedió LPO.
El encargado de ejecutar ese gasto fue el vicepresidente de Relaciones Institucionales, Comunicación y Marketing, Guillermo «Guillo» Garat, socio de Santiago Caputo y Rodrigo Lugones en la consultora Move, que trabajó en la campaña de Javier Milei. Pero no sólo en esa. Garat también trabajó en la fallida instalación presidencial del camporista Wado de Pedro, donde hizo buenas migas con su antecesor en YPF, Santiago «Patucho» Alvarez.
De hecho, en la torre de YPF de Puerto Madero comentan que Garat y el camporista «Patucho» Alvarez se siguen reuniendo al menos una vez por semana. «Patucho labura para Guillo», simplificó a LPO una fuente de la petrolera. Se suma otra continuidad: la agencia Sentidos de Andrés Bidart sigue cursando la pauta de la petrolera, como hacía cuando la compañía estaba bajo el control de la cúpula de La Cámpora.
Desde la petrolera afirmaron a LPO que el desmesurado gasto en publicidad, que proyectado anualmente arroja la friolera de 40 mil millones de pesos, incluye sponsoreos y otros patrocinios. «En pauta sólo se gastaron 773 mil dólares contra 3,6 millones de dólares del mismo período ejecutado el año pasado», afirmó un directivo de la empresa estatal.
La explicación lejos de disipar las dudas las agrava. Sucede que los fondos invertidos en pauta en medios tienen una trazabilidad sencilla, mientras que el brumoso ítem de patrocinios y mecenazgos, así como el desvío de dinero a fundaciones abren un abanico de posibilidades.
Para que se entienda, según las propias palabras de los directivos de YPF, apenas 770 millones de los más de 10 mil millones gastados en publicidad en el primer trimestre del año fue destinado a publicidad verificable en medios.
La explosión del gasto publicitario de YPF tiene una explicación sencilla, cuando los tres socios de la consultora Move fueron barridos por Karina Milei de la estructura de medios al inicio del Gobierno en medio de discusiones por el manejo d ela pauta y los negocios de las privatizaciones de los medios públicos, Santiago Caputo trazó la estrategia de replegarse sobre las empresas del Estado con pauta independiente, como Banco Nación e YPF.
Caputo, Lugones y Garat, habían ubicado a su empleada Belén Stettler como secretaria de Medios. Duró apenas unos días y fue reemplazada por el periodista Eduardo Serenellini. Luego Karina terminó de copar el área con el vocero Manuel Adorni y su segundo Javier Lanari.
En ese momento causó escozor entre los libertarios la designación como jefe de gabinete de la Secretaría de Medios de Roberto «Mono» di Lorenzo. Di Lorenzo fue jefe de gabinete de Matías Tombolini, secretario de Comercio del gobierno anterior, bautizado por Patricia Bullrich como «Tongolini», los los oscuros manejos de los permisos de importación.
LPO