Hasta el momento hay tres involucrados y estiman que podrían haber más arrestos. La investigación se centra ahora en los comercios a los que abastecía la organización criminal, sabiendo la procedencia de la carne.
La Policía Rural y Ecológica de Corrientes (PRIAR) logró desarticular las operaciones ilícitas que desde hacía un tiempo venía llevando a cabo una organización de cuatreros, que robaba animales para trasladarlos a campo traviesa hasta otras jurisdicciones y en muchos casos los faenaban para abastecer a carnicerías de las localidades de San Roque y Bella Vista.
Hay tres personas demoradas y ahora se está investigando los comercios que se beneficiaban con el producto que les vendía el grupo criminal.
Todo comenzó días atrás, cuando efectivos del PRIAR recorrían la Segunda Sección «Paraje Arroyito», cerca de la localidad de San Roque, por las denuncias de animales robados y faenados clandestinamente en la zona. Por ello, se habría implementado un operativo especial, montando retenes en los alrededores. Una de estas patrullas detectó una tropa de animales siendo arriado por varios jinetes. Todo apuntaba a que estaban frente a otro robo de vacunos y se decidió sorprender a los bandidos rurales.
Es por ello que los uniformados se ocultaron entre matorrales y dieron la voz de alto, provocando la estampida de los jinetes y de la tropa que llevaban. Los animales lograron ser recuperados. Los bandidos huyeron, pero los policías descubrieron parte de la operación y los movimientos de la banda y de inmediato comenzaron las pesquisas sobre ellos.
El operativo fue en cercanías del puente carretero, por lo que se involucró en la investigación a efectivos del PRIAR Bella Vista, ya que todo indicaba que los animales robados en una jurisdicción eran pasados a otra localidad.
El domingo y el lunes se llevaron a cabo varios procedimientos. En uno de ellos, en un campo cercano a la capilla San Antonio, sobre Ruta Provincial 19, logrando sorprender «infraganti delito» a varios cuatreros. Uno fue detenido en la ocasión, otros dos lograron escapar, pero estaban identificados. Allí se incautaron varios kilos de un novillo que estaba siendo carneado en medio del pastizal. El animal pertenecía a la firma Lomónaco.
Era en el límite de la jurisdicción. Entre los dos puentes. La estrategia de la Policía fue levantar uno de los puestos de control del PRIAR en San Roque, cerca de la estancia «El Carayá», por lo que los cuatreros pensaron que tenían terreno libre, pero ya los estaban esperando los efectivos del PRIAR Bella Vista.
Al día siguiente, la Justicia libró varias órdenes de allanamientos logrando la demora de dos sospechosos más y el decomiso de un freezer, cuchillos, machetes, lazos, serruchos y otros objetos con los cuales los cuatreros faenaban a los animales robados. Ahora, la investigación de la fiscalía rural es dar no solo con la banda completa, sino con los cómplices a los que abastecían.
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