Tras haber anunciado que recurrirá a la Corte Suprema de Justicia por los recortes que el Gobierno nacional hizo al Fondo para el Fortalecimiento Fiscal de la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof, parece dispuesto a utilizar la misma estrategia que su par de Chubut, Ignacio Torres, y amenazó con cerrar los accesos a los puertos bonaerenses.
“Si, como en el caso de Chubut, te corta la mitad de tus recursos y no lleva adelante sus obligaciones y sus funciones, pareciera que la reacción que debieran tener los gobiernos provinciales es ir en esa misma dirección. Pero ese es un camino de disolución nacional. Yo también puedo cerrar los accesos, los puertos. Si uno se pone a fantasear o pensar en decisiones de autonomía, o posibilidades incluso, hay muchísimas alternativas”, dijo Kicillof.
El eje del conflicto es la eliminación del Fondo para el Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, creado durante la gestión de Alberto Fernández y elimado ayer por medio del Decreto 192/2024 que lleva las firmas del presidente Javier Milei, del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y del ministro de Economía, Luis Caputo.
Lo cierto es que Kicillof suma un nuevo capítulo a la pelea que el Gobierno nacional mantiene con los gobernadores.
A la disputada encabezada por Torres, quien amenaza con cortar el envío de gas y petróleo, también se sumó el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, quien anticipó que su provincia paralizará este miércoles la producción de petróleo por 24 horas. En declaraciones a Télam dijo: “Es la producción de petróleo la que vamos a paralizar por un día. Lo que le pedimos al Gobierno nacional es que se siente urgente con el gobernador de Chubut a tratar de resolver la situación”.
Hoy a la tarde, los mandatarios patagónicos se reunirán en la Ciudad de Buenos Aires para discutir como seguirá su pelea con la administración central luego de que el Gobierno decidiera retener $13.500 millones de sus fondos coparticipables. Además de Torres, a las 17 estarán en el Senado Rolando Figueroa (Neuquén), Sergio Ziliotto (La Pampa), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Alberto Weretilneck (Río Negro).
El conflicto no parece tener una solución en lo inmediato. Esta mañana, el vocero presidencial Manuel Adorni, anticipó que el Presidente no tiene previsto convocar a los gobernadores para llegar a un acuerdo. «Por el momento no, no está dentro de los planes hacer ninguna convocatoria a los gobernadores», dijo.
Pero además, adelantó que habrá más ajustes a las provincias. Ante una consulta sobre si habrá otros recortes, respondió: «las transferencias discrecionales van a desaparecer de la Argentina donde no hay plata», aunque evitó dar detalles de a que se refería. También aclaró que se «sólo se va a transferir lo que la ley obliga». Y sobre la amenaza de Torres de cortar el envío de petróleo y gas señaló: «el gobernador ha tenido un exabrupto».
Los fondos en disputa entre la provincia de de Buenos Aires y el Gobierno nacional, que representan alrededor de un punto del dinero que recibe la Ciudad de Buenos Aires por coparticipación, habían sido quitados a la entonces administración de Horacio Rodríguez Larreta y transferidos a la gestión de Kicillof por orden de Fernández para apaciguar un conflicto de la policía bonaerense durante la pandemia.
Ayer, de manera sorpresiva, el Gobierno nacional anunció que se los quitaría a Kicillof. Por la tarde, el gobernador convocó a una conferencia de prensa rodeado por los principales dirigentes del peronismo bonaerense, encabezados por Máximo Kirchner y Wado de Pedro. Allí, argumentó que Milei quiere llevar al país “a la desintegración”, por lo que advirtió que presentará en la Corte Suprema “una (medida) cautelar para que repongan los fondos” que dio de baja y que, según él, se utilizaban para “recuperar sueldos de la policía y comprar patrulleros y equipamiento”.
Hoy, en diálogo con Radio con Vos, argumentó “que la provincia de Buenos Aires necesita refuerzos presupuestarios para atender su seguridad no hay ninguna duda. En comparación con la Ciudad, la Ciudad tiene dos policías por cuadra y la provincia, 1 cada 80 cuadras. Y probablemente otras provincias necesitan más recursos, y vamos a acompañarlas. ¿Cómo va a impactar esto? En menos seguridad en la provincia de Buenos Aires, claramente”.
En otro tramo de la entrevista agregó: “Si al Gobierno nacional no le importan nada de nada, es una invitación a hacer lo que puedas o lo que quieras. Si cada uno se tiene que arreglar con lo que tiene, cada provincia y cada persona, nos invita a una sociedad espantosa, a un país absolutamente en estado de disolución. Parece que te quieren arrinconar».