La medida instrumentada por Taiana para equiparar los sueldos militares con las fuerzas de seguridad fue dejada sin efecto. Los uniformados destacan a la vice Villarruel, pero lamentan «no tiene lapicera ni billetera».
El escándalo del hermano del vocero Manuel Adorni, nombrado en el Ministerio de Defensa como «asesor» con un sueldo que supera los 2,6 millones, no hizo sino agravar el malestar de los militares con la administración de Javier Milei.
Los militares han sufrido en menos de dos meses profundos ajustes que generaron una tensión impensada con la administración del libertario, que durante la campaña hizo de la defensa de las Fuerzas Armadas, sobre todo a través de su vicepresidente Victoria Villarruel, un eje de su discurso.
«Al final nos cuidan más los peronistas», reconoció en diálogo con LPO un alto mando del Ejército. La última decisión que tomó Milei que enardeció a los militares fue la eliminación de la jerarquización salarial que habían logrado acordar con el gobierno de Alberto Fernández. Justamente, la Oficina del ex ministro de Defensa, Jorge Taiana, publicó un comunicado en donde dice que «en el año 2022 se puso en marcha un plan de jerarquización salarial de las Fuerzas Armadas para equipararlas con las Fuerzas de Seguridad».
«Dicho plan de adecuación salarial se comenzó a implementar en 2023, con el firme objetivo de mejorar el bienestar de nuestras Fuerzas Armadas y en reconocimiento al trabajo que realiza el personal militar en defensa de nuestra soberanía», agrega el texto. Allegados a Taiana explicaron a LPO que el ajuste implementado es «una decisión política de Milei».
El alto mando consultado explicó a LPO que los salarios de los militares estaban a un 66 por ciento del de las fuerzas de seguridad. Por eso, la resolución conjunta 12/2023 entre el Ministerio de Defensa y el de Economía del anterior gobierno elaboró un plan de cinco cuotas, de las cuales se pagaron tres en 2023 (14% en marzo, 14% en julio y 12% en noviembre) restando dos tramos de 10% cada una para 2024. Las últimas dos cuotas de 2024 la administración de Milei las desactivó y aplicó a los militares el mismo aumentó del 16% que otorgó en enero a todos los empleados estatales.
«El gobierno no puede decir que nos aumentó un 16 por ciento porque eso formó parte de la paritaria de los estatales que se complementaba con el plan de jerarquización», agregó la fuente consultada y explicó que «eso solo nos sirve para sacar la cabeza del agua».
«Había muchas expectativas de que se cumplan los tramos pendientes de este año en tiempo y forma», lamentó la fuente consultada.
Mile había asumido con una supuesta intención de «abrazar» a la familia militar pero entre el retiro compulsivos de 22 generales y otros altos mandos las privatizaciones de las empresas claves para la Defensa y este congelamiento salarial, el vínculo se está deteriorando rápidamente.
Consultado sobre esta situación, el alto mando afirmó: «Es muy paradójico, los gobiernos peronistas o progresistas mas estatistas nos atacan ideológicamente pero nos cuidan presupuestariamente, mientras que los conservadores o liberales que nos abrazan y nos dicen que nos quieren nos terminan matando. Eso ya pasó», sentenció.
En el Ejército, ven con malestar que las privatizaciones que quiere implementar Milei en empresas de las Fuerzas ya empezaron a atraer la atención de altos mandos que como en la década del noventa, ven la posibilidad de hacer jugosos negocios personales. «En la alta conducción saben con quien consiguen cada cosa», reconoció la fuente.
Otras fuentes militares confirmaron a LPO la desorientación que causó el anunció que se avanzará con la compra de aviones caza auspiciada por Estados Unidos, que que generó una tensión extra con China. «Ahora dicen que van a comprar con los F-16. ¿No era que no había plata?», enfatizó un miembro de las Fuerzas Armadas.
Esta situación de tensión, plantea la duda sobre el rol de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que proviene de familia militar y desde la campaña buscó ser la interlocutora con las Fuerzas Armadas, que Milei prometió que iban a quedar bajo su conducción y finalmente entregó a Patricia Bullrich, que ubicó en Defensa a Luis Petri.
«Villarruel es cercana a un sector de las Fuerzas Armadas, ojalá pueda hacer algo pero hasta ahora nada. Debe querer pero no tiene la lapicera, ni maneja la billetera. Hay que pasar de los gestos y las palabras a los hechos. Los gobiernos tiene que dedicarse a gestionar», afirmó a LPO el alto mando consultado.
Los militares incluso creen haber quedado atrapados en el fuego cruzado de la interna de Milei con su vice, que precipitó el pase a retiro de 22 jefes militares, la caída del Jefe del Comando Mayor Conjunto y la salida de 7 almirantes.
«Se cortó mas abajo de los que se debería haber cortado, pasando a retiro mandos que estaban en plena carrera y eso es delicado porque ahora están nombrando gente sin experiencia», explicó la fuente consultada.
«Fue un destrato tremendo. Una persona que le dedicó 40 años de servicio a la fuerza se enteró por Whatsapp un 30 de diciembre que lo pasaban a retiro», agregó la fuente, que cuestionó puntualmente al ministro Petri: «Se debería haber comunicado personalmente, tuvo una falta de ética y caballerosidad impresionante».
LPO
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