Como consecuencia de la paralización de la obra pública, la nueva gestión de la EBY ya desvinculó a cientos de trabajadores. El recorte está afectando seriamente a proyectos clave como la Maquinización del Brazo Añá Cuá» que tiene un grado de avance del 41%.
Los recortes de inversión en infraestructura pública que impuso el gobierno de Javier Milei empezaron a tener un fuerte impacto en algunas empresas con participación estatal.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) no fue la excepción y a este escenario se agregó el despido de 100 trabajadores, de los cuales, un 15 por ciento del total del personal, cumplían funciones en Misiones, Corrientes y Ciudad de Buenos Aires.
Desde la hidroeléctrica advirtieron que las cesantías podrían continuar en los próximos meses. Preocupados por la situación, la Asociación de Personal Argentino en Yacyretá, el gremio que representa a los trabajadores, reclamó que se reviertan los despidos y calificó la medida de «discrecional y arbitraria».
Las desvinculaciones son de personal de planta permanente, incorporados durante las últimas tres gestiones. Actualmente el director ejecutivo de la EBY es el ingeniero civil Alfonso Peña designado por este gobierno mediante el decreto 180/2024 del Poder Ejecutivo Nacional.
La situación genera una gran incertidumbre acerca de los planes futuros de la represa, en especial en proyectos clave como la Maquinización del Brazo Añá Cuá que ejecuta la EBY, cuyo avance se frenó en el 41% de ejecución, dejando sin empleo a más de 900 operarios, el 50% de ellos argentinos.
Ya se habían destinado 226 millones de dólares ejecutados del contrato. Restaban ejecutarse 133 millones de contrato y el 59% de la obra civil a desarrollarse.
Esta situación habría obligado a la contratista Webuild-Rovella-Tecnoedil a desafectar a unos 900 operarios (450 argentinos y 450 paraguayos) y la consecuente paralización total de la obra.
La empresa argumentó que “el escenario «se vio agravado por la situación de incertidumbre que atraviesa Argentina a partir de la modificación sustancial e imprevista de las condiciones macroeconómicas: aumentos de precios, aceleración de la inflación, imposibilidad de importación de equipos y materiales imprescindibles, falta de flujo de fondos que garantice el debido financiamiento de la obra, incumplimiento de medidas compensatorias y correctivas; entre otros cambios no imputables al Consorcio».
En enero, un grupo de legisladores nacionales de la provincia de Corrientes presentó a la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto para que, «a través de los Ministerios de Infraestructura, de Economía y la Secretaría de Energía, el Gobierno Nacional arbitre los medios necesarios tendientes a revertir la paralización de la obra «.
Los expertos coinciden en la importancia estratégica de continuar y finalizar la nueva Central Hidroeléctrica Añá Cuá que permitirá ampliar entre un 10% y 20% la generación de electricidad de Yacyretá y aportará 2.000 gigavatios-hora (GWh) anuales de energía limpia y renovable al Sistema Interconectado Nacional.
Llegó la motosierra a Yacyretá: más de 100 despidos de personal planta permanente
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