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El libertario Abdala anunció que se incorporará una obligación de compre argentino a la iniciativa de grandes inversiones.
El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, volvió a dirigirse al pleno del cuerpo desde su banca para anunciar una serie de cambios al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), entre los que se destaca el establecimiento de un compre argentino del 20 por ciento en los proyectos de capitales extranjeros, un reclamo de la UIA que los partidos dialoguistas vienen arrastrando desde el tratamiento en Diputados.
El gobierno también accedió a que los vehículos de proyecto único (VPU) no estén obligados a liquidar en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC) las divisas que puedan general.
Por lo demás, también se retoca el alcance del RIGI en el artículo 165, abarcando el sector agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología. Y otro de los cambios expuestos por el legislador puntano fue el del artículo 205, que fijaría que las acciones, cuotas o participaciones sociales de los VPU adheridos al RIGI podrían ser transferidos sin autorización previa.
El anuncio de Abdala generó sorpresa en el peronismo y el santafecino Marcelo Lewandowski requirió más precisiones. Rápido de reflejos, el salteño Juan Carlos Romero contuvo la situación: «Hay tiempo hasta que se vote en particular y, cuando se trate en particular, corroboramos lo que el legislador Abdala leyó», dijo, y agregó: «Legislar verbalmente es difícil».
La nueva concesión buscaría, según fuentes del oficialismo, que los senadores que todavía rechazan el proyecto en general cambien su postura por una abstención. Un mensaje que tiene nombre y apellido: Martín Lousteau y los dos senadores santacruceños que anunciaron su rechazo a la ley.
El objetivo de mínima es que el RIGI no se acerque a una modificación para el tratamiento en particular que logre cohesionar los dos tercios de las voluntades. «El objetivo es convencer a algunos más», confiaron a LPO.
No obstante, esa no es la única interpretación que circulaba, pasadas las 20, en los pasillos de la Cámara Alta. La maniobra del oficialismo acaso busca evitar un empate, eximiendo a Victoria Villarruel de tener que desempatar, o arriesgarse a que algún aliado se quiebre antes de la votación en general.
De todas maneras, cerca de la vicepresidenta confesaron a LPO que se ilusionan con la foto suya desempatando, y se imaginan un gesto épico en defensa del gobierno en contraposición con el recuerdo grabado en la memoria popular con el «voto no positivo» de Julio Cobos el 17 de julio de 2008, cuando se debatió la fallida Resolución 125.
