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Alrededor de 170.000 profesores, médicos, transportistas y otros trabajadores públicos entraron este jueves 18 de enero en una huelga de 24 horas, la mayor convocada en ese territorio en 50 años. Muchos de ellos salieron a las calles de Belfast para exigir un incremento salarial equivalente al que se ha implementado en otras partes del Reino Unido. Las protestas también recaen sobre el gobierno autónomo de la región, que permanece inoperante desde 2022 tras el rechazo de los unionistas a ciertas medidas del Brexit.
La crisis política en Irlanda del Norte está cansando a los trabajadores. Los piquetes de miles de empleados públicos, que representan cerca del 80 % del total, detuvieron las actividades cotidianas este jueves 18 de enero en la capital de este territorio-que forma parte del Reino Unido, pero con un gobierno autónomo-.
Cierre de escuelas, bloqueo de carreteras y cancelación de las citas médicas en los hospitales, que solo están aceptando casos de urgencia, son algunos de los efectos de un paro de 24 horas de los trabajadores públicos.
La huelga, que ha logrado unir a 16 sindicatos, tiene por objetivo exigir a Londres un aumento salarial acorde con los índices inflacionarios de la zona, algo que ya ocurrió en todas las otras regiones del Reino Unido.
Desde Westminster alegan que los fondos para la subida de los sueldos ya están listos, pero que la falta de un Poder Ejecutivo en Belfast impide que la política se materialice.
La crisis política se remonta a 2022, cuando los unionistas probritánicos abandonaron el Gobierno en rechazo al Protocolo del Brexit para Irlanda del Norte. El protocolo plantea proteger el mercado único de la Unión Europea (UE) sin crear una frontera terrestre en la isla de Irlanda, lo que causó la queja sobre trastornos en el comercio entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido
La huelga de este jueves coincidió con la fecha límite impuesta por el ministro británico para la región, Chris Heaton-Harris, para que los partidos -los unionistas probritánicos y los nacionalistas irlandeses– formaran antes de la medianoche un Gobierno de poder compartido.
«Este paquete ha estado sobre la mesa desde antes de Navidad y seguirá ahí, disponible el primer día para un Ejecutivo entrante en Irlanda del Norte«, mencionó Chris Heaton-Harris, en referencia a un paquete económico de unos 3.300 millones de libras (unos 4.100 millones de dólares), destinados al aumento salarial de los trabajadores públicos en la región.
Desesperación con los unionistas probritánicos
Los huelguistas afirman que tanto Londres como el Partido Democrático Unionista (DUP) los están usando como fichas en sus negociaciones por los parámetros del Brexit, cuestión que ha provocado la crisis de gobernabilidad en Irlanda del Norte y que ha mantenido inactivo al poder Ejecutivo de la región desde el 2022, tras la salida de los unionistas del gobierno.
Los acuerdos de paz del Viernes Santo, firmados en 1998, estipulan que el gobierno autónomo siempre tiene que estar compuesto por las dos grandes ramas políticas de Irlanda del Norte: los unionistas probritánicos y los nacionalistas irlandeses.
Sin embargo, meses antes de la elección del nacionalista Sinn Féin en mayo de 2022, el ala unionista salió del gobierno autónomo por desacuerdos con el protocolo del Brexit para la región. Ahora, los trabajadores presionan para que el DUP vuelva al gobierno y sus sueldos puedan subir.
Con AP, EFE y Reuters
