En 2024, el gobierno de Javier Milei aplicó un ajuste presupuestario severo, con recortes de más de la mitad en hospitales nacionales y el Instituto Nacional del Cáncer.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló drásticos recortes en el presupuesto destinado a sectores clave de la salud y la seguridad social durante 2024, con un ajuste de 55% en hospitales nacionales y el Instituto Nacional del Cáncer.
Este informe destaca una caída general de la ejecución presupuestaria en diversas áreas sociales, mientras que se observa un aumento en el gasto de las Fuerzas Armadas, Servicios de Inteligencia y en el pago de la deuda externa.
La subejecución de recursos se volvió evidente en instituciones clave para la población, como la Superintendencia de Servicios de Salud (-69%), la ANMAT (-21%) y la Agencia Nacional de Discapacidad (-17%). En cuanto al Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, que el Gobierno planea cerrar, el recorte interanual es del 25%.
La falta de fondos provocó más de 1.400 despidos en el sector de salud pública, dejando a muchos servicios esenciales prácticamente paralizados. El ajuste tambien afecta programas de salud, como la prevención de enfermedades transmisibles (como la tuberculosis, que aumentó un 11% desde el año pasado) y el acceso a medicamentos oncológicos.