River realizó un paseo de salud ante los santiagueños

Invicto en la Copa Libertadores, River arrancó pisando fuerte en la Liga Profesional al derrotar a Central Córdoba de Santiago del Estero por 3-0 en el Monumental.

Fue un paseo de salud. De inicio a fin River dominó a voluntad a Central Córdoba de Santiago del Estero, al que en definitiva derrotó por 3-0 en el inicio de la Liga Profesional, un nuevo desafío para el equipo de Núñez al que lo favorece el formato largo a diferencia del que tiene la Copa de la Liga.

Facundo Colidio, en dos oportunidades durante la primera mitad, y Esequiel Barco, en el complemento, le dieron la victoria al elenco orientado por Martín Demichelis, que extendió al torneo local el buen momento que disfruta en la Copa Libertadores en la que el próximo martes intentará asegurar el pasaje a octavos de final cuando reciba a Libertad de Paraguay desde las 21.30.

Un buen trabajo de Nacho Fernández, que venía volando bajo en sus últimas actuaciones, la contundencia de Colidio y una destacada labor del uruguayo Agustín Sant’Anna, quien empieza a dar pelea por la plaza en el lateral derecho, fue lo más destacado del conjunto de Núñez en una noche muy tranquila.

Todo fue de River en la primera mitad. Con Ignacio Fernández como eje de los movimientos, bien apuntalado por Claudio Echeverri y Esequiel Barco, River manejó la pelota durante casi todos esos 45 minutos.

Escaló bien con sus laterales, sobre todo con Agustín Sant’Anna, y generó cantidad de situaciones de gol. Anotó dos en ese segmento pero debieron ser muchos más.

La apertura no tardó en llegar. Corrían 6 minutos cuando Pablo Solari, otro que estuvo imparable cuando le llegó el balón, sacó un centro bajo desde el flanco derecho que cruzó toda el área y fue a parar a los pies de Milton Casco, quien habilitó atrás al intratable Colidio para que sometiera a Luis Ingolotti, la figura de la visita.

Los santiagueños no la veían y para colmo se quedaron con un jugador menos sobre los 23 cuando Santiago Laquidaín vio la roja directa. Ahí quedó todo resuelto.

El segundo llegó sobre la media hora, con un cabezazo de Colidio tras centro de Fernández. Y de ahí hasta el final del primer segmento Barco tuvo dos claras pero chocó con la solidez del arquero rival.

En los primeros cinco minutos de la segunda parte River se perdió dos goles imposibles. Primero fue Echeverri el que no pudo controlar bien cuando estaba mano a mano con Ingolotti y enseguida fue Colidio quien cabeceó bombeado y la pelota dio en el travesaño.

Después vinieron los cambios y el relax de todo equipo que sabe que el partido ya se había terminado más allá de lo que indicara el reloj. Ya el funcionamiento no fue el mismo y aparecieron algunos baches en defensa. Pero la hegemonía millonaria, aunque en menor medida, se mantuvo.

La frutilla del postre la puso Barco, con un bombazo de fuera del área que se le metió en el ángulo al arquero del conjunto santiagueño a los 40, terminando con la sequía del talentoso futbolista que no marcaba desde noviembre del año pasado.

Buen arranque de River en la Liga Profesional, en la que quiere repetir lo hecho el año pasado. Tiene uno de los tres mejores planteles del fútbol argentino, como para ilusionarse con fundamento con llevarse un torneo que recién arranca y que si bien no es su objetivo principal, es obvio que no la despreciará.

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