El ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri (La Libertad Avanza), anunció que se hará una inspección en la base espacial china ubicada en la provincia de Neuquén. “Por supuesto que vamos a entrar, vamos a garantizar que las actividades que se realicen estén en el convenio”, señaló el ministro en una entrevista en el canal de noticias TN. Las declaraciones coinciden temporalmente con la visita a la Argentina de Laura Richardson, generala del Comando Sur de los Estados Unidos, quien se reunió con Petri.
Además, antes de la visita de Richardson, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, dijo al diario La Nación: “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”.
Luego, la Embajada de China en la Argentina emitió un comunicado -reproducido por la agencia Noticias Argentinas- en el cual señaló que “la Estación de Espacio Lejano en Neuquén es una instalación de cooperación tecnológica espacial entre China y Argentina. En lugar de los llamados militares mencionados, los científicos tanto de Argentina como de China tienen acceso al uso de esta estación para investigación científica”.
Pero, ¿qué se sabe sobre esta base espacial china? ¿A qué convenio se refiere Petri? Te lo contamos en esta nota.
2012 y 2014: la firma de 3 convenios
El 20 de julio de 2012, la Agencia Estatal China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC, por sus siglas en inglés) firmó un acuerdo con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), el organismo argentino con competencia en esta temática, para establecer las condiciones que rigen para la implementación de instalaciones “de seguimiento terrestre, comando y adquisición de datos, incluida una antena para investigación del espacio lejano en la provincia de Neuquén”.
Cinco meses después se firmó un segundo acuerdo. En este caso, lo firmaron la CLTC, la CONAE y la provincia de Neuquén, con el mismo fin. En 2014 se aprobó otro “acuerdo de cooperación”. En este caso fue directamente un acuerdo entre los 2 gobiernos, el argentino, con Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) como presidenta, y el chino, con Xi Jinping como mandatario, para instrumentar los beneficios impositivos, aduaneros, migratorios y consulares de los acuerdos firmados en 2012.
Este acuerdo debió ser refrendado por el Congreso de la Nación, que lo transformó en ley en febrero de 2015.
Las características de la base espacial china que está en Neuquén
La estación está instalada en Bajada del Agrio, una localidad de 800 habitantes en el departamento de Picunches, a 250 kilómetros de la capital de la provincia de Neuquén. Es la primera instalada por China fuera de su territorio. Es un predio de 200 hectáreas, cedido para este fin por 50 años, con una antena parabólica de 35 metros de diámetro “dirigida fundamentalmente a misiones denominadas de espacio profundo, ubicadas a distancias que superan los 300.000 km de distancia de la Tierra”, según explica la CONAE en su página web.
En el acuerdo se estableció que la CONAE obtiene el beneficio de acceder al 10% del tiempo de uso de la antena para el desarrollo de proyectos de investigación científica nacional y de cooperación regional e internacional. Además, la CONAE tiene la posibilidad de instalar equipos en el predio para la realización de proyectos de interés para la Argentina. En 2019 la CONAE informó que investigadores de la Comisión y del Instituto Argentino de Radioastronomía habían comenzado a realizar observaciones radioastronómicas.
La estación brinda soporte de telemetría, seguimiento y control de las misiones del Programa Chino para Exploración de la Luna (CLEP, por sus siglas en inglés). En operación desde abril de 2018, es una de las 3 estaciones en el mundo, junto a otras 2 que están en China, dedicadas a dar soporte terrestre a la misión Chang’E 4, que descendió en la cara oculta de la Luna en 2019, y a Chang’E 5, que exitosamente trajo muestras lunares de regreso a la Tierra en 2020.
Sospechas e hipótesis sobre el uso de esta base china
Una de las principales críticas que se la hecho a esta base espacial es que realiza tareas militares. Incluso, de forma informal, se habla de esta estación como una “base militar” china. El acuerdo original celebrado entre ambos países no incluía una prohibición explícita y taxativa sobre las tareas militares de la base.
En 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos), la Argentina y China firmaron un “protocolo adicional” al acuerdo suscripto en 2014. Allí se estableció que el acuerdo “se implementará exclusivamente con miras al uso civil en el campo de la ciencia y la tecnología, y la información resultante de sus investigaciones de ninguna manera podrá ser utilizada con propósitos militares”.
No obstante, en la gestión del Frente de Todos se explicaba que tanto la Argentina como China son firmantes del “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”, de 1967, que establece como principio esencial el uso pacífico de las actividades espaciales.
“Por ende, ejecutar y sostener, en la práctica, acciones contrarias a dichos postulados, implicaría la violación de las reglas del derecho internacional, escenario impropio desde varios puntos de vista, a saber: en términos políticos, en términos jurídicos (siendo que daría lugar a la rescisión directa), y también en términos técnicos, ya que, además, las frecuencias autorizadas por las Autoridades de Aplicación de nuestro país no son de uso militar”, señaló la Jefatura de Gabinete en uno de sus últimos informes al Congreso en 2023, ante una consulta de un legislador por presuntos incumplimientos del no uso militar de las instalaciones.
El mismo informe señala que existe un “control y supervisión permanente sobre el predio” por parte de la CONAE, el Enacom y la provincia de Neuquén, “con visitas permanentes a la estación, el intercambio de documentos informativos de diferente tenor, la coordinación de
actividades conjuntas”, aunque aclara que “no conllevan una auditoría en términos de la conceptualización clásica de la misma”, sino que “el control se trasunta en un control colaborativo inter-partes, para la consecución de los objetivos primarios de dicha cooperación”.
Como contamos en esta nota, en 2015 Chequeado realizó 2 pedidos de acceso a la información pública tanto a la Jefatura de Gabinete de Ministros como al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, para acceder a una copia de los acuerdos de cooperación, “incluyendo todas las cláusulas y anexos que lo compongan”.
Estas 2 dependencias señalaron que el texto completo del acuerdo es este, sin señalar ningún otro agregado, por lo que se desprende que supuestamente no existirían cláusulas o anexos ocultos en torno al por entonces proyecto de construcción de la base espacial.
Chequeado.com