Es por el desplome del poder adquisitivo de los salarios y el encarecimiento de los productos, cada vez menos argentinos y argentinas consumen verduras y frutas.
Durante el mes de julio, el consumo de frutas y verduras tuvo una caída que alcanzó el 40%. Esa disminución se debió a la disminución del poder adquisitivo y a la no convalidación de precios por parte del consumidor, de acuerdo a un informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Esta caída se debe el encarecimiento de los productos, pero también por la brusca caída en el poder adquisitivo de las y los trabajadores en Argentina.
Asimismo, el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por CAME también reveló que los precios de los agroalimentos se multiplicaron 3,1 veces del campo a la góndola durante el mes pasado.
Entre otros factores que explican la situación también se destacaron el fuerte incremento de costos tanto en insumos dolarizados, como en transporte, logística, arrendamientos, combustibles y salarios, por citar algunos.
De acuerdo a CAME, el consumidor pagó $3,1 por cada $1 que recibió el productor en el séptimo mes del año.
Finalmente, la participación del productor explicó el 35,7% de los precios de venta final, un 14,8% más que en junio y alcanzó el valor más alto desde diciembre de 2022.
La inflación fue del 4,6% en junio y se cortó la desaceleración de precios
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