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El presidente argentino, Javier Milei, vuelve a sembrar una nueva polémica. Esta vez lo ha hecho a través de una nueva resolución en la que clasifica a las personas con discapacidad con términos peyorativos como «idi****, imb****** y débiles mentales», cuenta Contra Editorial.
El Gobierno de Milei ha publicado esta resolución en la página oficial del Gobierno de Argentina, publicada en el boletín oficial del país. Ahí se pueden leer los nuevos criterios para que las personas con discapacidad puedan acceder a pensiones no contributivas.
Milei divide por grupos a las personas con discapacidad para hacerlas elegibles. El primer grupo corresponde al «idio**», al que define como la persona que «no lee ni escribe, no conoce el dinero, no controla esfínteres y no puede subsistir solo».
El segundo grupo corresponde a «imb****», a quien Milei describe como la persona que «no lee ni escribe, atiende sus necesidades elementales y puede realizar tareas rudimentarias». El tercer grupo es «débil mental profundo», que «solo firma, tiene vocabulario, no maneja el dinero y realiza tareas rudimentarias».
Los dos últimos grupos son «débil mental moderado», en el que Milei incluye a aquellos que leen y escriben y realizan trabajos de escasa exigencia intelectual. Después llega «débil mental leve», el que lleva a cabo tareas de mayor envergadura y ha cursado la educación primaria y a veces secundaria.
Milei establece un nuevo baremo para evaluar médicamente a las personas del colectivo, que los expertos en inclusión tachan de discriminatorio. Según un comunicado oficial, el Gobierno de Milei está avanzando con esta medida «en la lucha contra el malgasto de los recursos».
«Lo que es necesario es que se generen más oportunidades y más estabilidad laboral para la población con discapacidad, ya que a día de hoy tres de cada cuatro de ellas están desempleadas», indican desde la asociación Inclúyeme, recoge La Nación. El 86,7% de los mayores de 14 años con certificado de discapacidad no tiene trabajo.
En septiembre del año pasado, Milei volvió a atacar a las personas con discapacidad usando el argumento de que si trabajan no pueden cobrar una pensión. Algo cuestionado por el colectivo, ya que esa pensión compensa la desigualdad de oportunidades y los mayores gastos en salud en los que incurren.
«Una persona con movilidad reducida depende de que el transporte sea accesible para llegar a su lugar de trabajo. Por eso, ante una oportunidad laboral, dudan: no quieren perder la pensión, que es segura, ya que el trabajo es fácil que lo pierdan», dice la activista y exdiputada argentina Gabriela Troiano a La Nación.
Milei suele usar el término «minusválidos» para definir a la izquierda. Una asociación del colectivo ya emitió un comunicado en el que alerta de que las palabras de Milei «refuerzan miradas obsoletas y excluyentes que perpetúan el estigma y la exclusión hacia personas con discapacidad», cuenta Página 12.
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