Falleció en su chacra en las afueras de Montevideo tras batallar contra un cáncer. La noticia fue anunciada por el actual jefe de Estado de ese país, Yamandú Orsi.
José Mujica, ex presidente de Uruguay, falleció este martes a los 89 años luego de haber enfrentado un cáncer de esófago. La noticia fue anunciada por el actual jefe de Estado de ese país, Yamandú Orsi. “Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, informó Orsi.
Mujica nació el 20 de mayo de 1935 en Uruguay -estaba pronto a cumplir 90 años. Militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, vivió más de una década en prisión bajo condiciones infrahumanas, y se integró a la política democrática desde la amnistía de 1985 para luego alcanzar la presidencia de Uruguay entre 2010 y 2015 como figura central del Frente Amplio.
Pepe Mujica vivió en su chacra del Rincón del Cerro, rechazó mudarse a la residencia presidencial y donaba la mayor parte de su salario. Fue llamado “el presidente más pobre del mundo” por medios internacionales y se transformó en un referente global del anticonsumo, la austeridad y la coherencia ideológica.
Su gobierno se destacó por la regulación del mercado de marihuana, el matrimonio igualitario, el acogimiento a refugiados sirios y su discurso de “sentido común progresista” que le valió respeto incluso entre adversarios. En 2020 renunció al Senado y se retiró de la política activa. «En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. El odio nos destruye», dijo entonces.
Enfermedad y despedida
En abril de 2024, Mujica reveló que padecía un tumor en el esófago y que no se sometería a tratamientos invasivos. “Esta vez me parece que la parca viene con guadaña”, ironizó con su particular estilo. Luego, en enero de 2025, Mujica confirmó que el cáncer se había extendido y que su cuerpo «no lo resistía».
«Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso», expresó Mujica en declaraciones a la revista Búsqueda. Y agregó: «El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas».
«Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué», afirmó en ese momento. «Al fin y al cabo, que me quiten lo bailado», había asegurado el propio Mujica en una de sus últimas comunicaciones públicas.
Hace unos días, su esposa, Lucía Topolansky, había dicho que no pudo asistir a las elecciones departamentales del domingo por recomendación médica. Este martes, el desenlace fue comunicado por el presidente Orsi, su heredero político.
«Triunfar en la vida no es ganar, sino levantarse cada vez que uno cae», había dejado como legado. Su figura, entre la rebeldía revolucionaria y la moderación institucional, quedará como una de las más emblemáticas del siglo XXI en América Latina.