En la casa de Tacuarí al 3445, del pueblo de 9 de Julio, no se escuchan muchos pasos y continúa una consigna policial apostada en la entrada. Se trata de la vivienda de Laudelina Peña, detenida por la desaparición de su sobrino Loan. En esa casa precaria, con trapos que tapan su entrada, quedó en soledad Macarena Peña, la hija mayor de la mujer.
La vivienda fue el foco de atención en estos últimos días y el lugar donde varios vecinos se agrupaban cada noche para exigirle a la mujer que diga la verdad. Laudelina vivía con su pareja, Antonio Benítez, también detenido, y sus dos hijos, con excepción de una, Macarena, que vive en Bella Vista con su novio hace más de tres años. Cuando todo comenzó a estallar, la joven de 21 años volvió a la casa de su mamá y luego de su detención fue la única que quedó en el domicilio, mientras que sus dos hermanos menores fueron trasladados a otro lugar.
Clarín llama a Macarena desde el portón de madera, pero no hay respuestas. Al cabo de unos minutos vuelve a salir, mueve su cabeza y agita su dedo índice diciendo que “no”. Enojada, vuelve a entrar a la casa de su mamá. Ocurre que en los últimos días su perfil cobró más notoriedad tras los mensajes que intercambió con Laudelina tras la desaparición de su primo. ¿Pero quién es Macarena?
Macarena lleva el apellido de su mamá. Nadie sabe quién es su padre y en el barrio cuentan que fue un tema del que nunca le gustó hablar. En redes sociales, nombra a su mamá por su nombre y sus vecinos aseguran que “nunca la escuchamos decirle mamá a Laudelina”.
“Es un tiro al aire, bastante maleducada. No tenía mucha relación con las chicas de su edad. Y tampoco venía mucho por el barrio porque vivía con su novio en Bella Vista, pero raramente vino a esta fiesta de San Antonio. También es la primera vez que vimos que doña Catalina hacía fiestas por este santo”, dice una vecina cercana. “No creo que vuelvan, pero si vuelven tengo miedo, yo no quiero que vengan nunca más”, repite sin parar la mujer cuando habla de la familia en cuestión.
Macarena Peña con sus hermanos, su mamá Laudelina y Antonio Benítez. Fuentes cercanas aseguran a este medio que Macarena, «raramente» no terminó su secundaría en un colegio del barrio, lo hizo en una Escuela de Familia Agrícola (EFA) que queda a las afueras del pueblo. Afirman que se trata de una institución similar a un internado, donde los estudiantes viven 15 días en su colegio y 15 días en su casa.
“Pero igual en ese colegio le tenés que pagar la comida a cada estudiante. No todos van ahí, tenés que tener un poco de plata. La verdad siempre nos preguntamos cómo hacía para pagarle eso a Macarena y a su otra hija, Abigail. Porque yo siempre que salía a trabajar los veía a los dos (Laudelina y Antonio) tomar mate en la entrada de su casa”, explica una vecina de 27 años que vivió siempre en 9 de Julio.
Sobre la ruta 123 está «Resto Bar Rosa», lugar que luego del 13 de junio se convirtió en el refugio de los periodistas para poder escribir o comer durante las guardias. Aquí mismo, Macarena trabajó solo dos meses. Manifiestan que fue ella quien pidió por favor que la tuvieran en cuenta si había un puesto disponible, pero de un día para el otro no volvió más. “Era, como le decimos acá, bastante sublevada y arisca. Pero ella siempre quería recibirse, estudiar algo, tener un título para ser alguien en la vida. Siempre lo decía”, cuentan desde el negocio.
Mensajes y un pedido por redes
De las pericias a los celulares de madre e hija, surgen algunos mensajes significativos que Laudelina borró luego. Son del 14 de junio, el día después de la desaparición de Loan.
― Encontré este botín –escribió Macarena.
― ¿Botín de Loan? –le preguntó su madre.
Eso ocurrió mientras ellas y los vecinos rastrillaban en las cercanías de la casa de la abuela Catalina Peña, un día después de la desaparición de Loan. Las dos estaban separadas y, después de ese mensaje, se encontraron en el rastrillaje que se estaba haciendo. Los vecinos de 9 de Julio aseguran que la tía del pequeño desaparecido subió una foto de esa situación: Macarena entre el lodazal y con un palo en su mano, diciendo que encontró el botín del pie izquierdo. Ese mismo botín de fútbol 5 que llevaba Loan al momento de desaparecer cuando fue rumbo al naranjal.
“La que sacó la zapa…”, escribió Laudelina cuando publicó esa imagen en sus historias de Facebook. Según la familia de Loan, fue ella misma la que le regaló la zapatilla al pequeño hace muchos meses atrás. Sus vecinos dijeron a este diario que la noticia causó desconcierto, porque ese lugar fue rastrillado una y otra vez por la mañana. Sin embargo, durante la tarde apareció el indicio que todos esperaban para poder profundizar la búsqueda.
La historia de Laudelina en su Facebook cuando Macarena encontró el botín de Loan. Durante los primeros días de incertidumbre, Macarena suplicaba en su perfil de Facebook que Loan apareciera. “Con los chicos NO! Hagamos lío, que caiga quien tenga que caer. La verdad siempre está a la luz”, escribió en sus redes el 14 de junio cuando compartía un flyer de la marcha. La misma que después de muchos días se trasladó a la puerta de la casa de su mamá Laudelina, quien este sábado ingresó detenida al Complejo Penitenciario de Ezeiza.
El perfil de Facebook de Macarena, en el que compartió un flyer por Loan. Foto Fernando de la Orden / Enviado Especial Una vecina muy cercana a Laudelina se acerca mientras Clarín conversa con una joven. “Macarena es antipática, su mamá es más rara, pero, ¿por qué nadie habla de que el comisario Walter Maciel estacionaba su móvil en la esquina de su casa?”, dice la mujer, y la chica asiente con su cabeza.
Clarín