Se filtró una fuerte discusión entre el Presidente y su ministro por la escalada de los precios de los alimentos que continuó en la segunda semana de marzo y Caputo no logra contener.
El presidente Milei empieza impacientarse ante la escalada de precios que al menos en alimentos está lejos de la desaceleración que celebra el gobierno. El fenómeno se escapa de su marco teórico. La fórmula antinflacionaria que combina apretón monetario y fiscal con recesión, no parece estar funcionando en ese segmento, a pesar del default socioeconómico que sufre la población.
Cuando la marcada desaceleración de la inflación del 13,2% en febrero acaparó la lectura mediática, LPO anticipó que la primera semana de marzo la suba de precios de alimentos se había disparado un 300%.
Para la segunda semana del mes el panorama no resulta mucho más alentador. Según la consultora EcoGo que dirige Marina Dal Poggetto los alimentos registraron un incremento del 2,8%, marcando una desaceleración de apenas 0,3 puntos respecto a la semana previa.
El informe agrega que prevé «aumentos proyectados para las dos semanas restantes del 3%, con lo cual la inflación en alimentos ascendería a 12,2% en el marzo». Respecto a la leve desaceleración de la segunda semana del mes del 0,3% puntos, el 2.8% registrado sigue muy por arriba de la segunda semana de febrero cuando el aumento de precios se ubicó por debajo del 1.5%.
«La inflación de marzo se ubicaría así en 13,2% mensual», agrega el informe, revelando que la festejada desaceleración del gobierno podría estar encontrando un piso demasiado alto.
El informe incluso advierte que este número podría ser más alto si el gobierno revisa su decisión de congelar la suba de las tarifas de gas.
Esta fue la bomba que le metió una tensión inusitada a la relación del Presidente con su ministro de Economía. Ante la contundencia del dato, Milei emplazó al ministro.
La intimación presidencial condujo a Caputo a terreno desconocido. «Caputo es un mesadinerista, lo suyo son las finanzas. No tiene ni la más pálida idea de como se administran los precios, y peor aún, no cree que deban administrarse», afirmó a LPO una fuente que lo acompañó en su anterior gestión como ministro del macrismo.
En ese terreno fangoso, Caputo lanzó el programa «Precios Convenientes», una canasta con precios diferenciados disponibles todos los días para más de 200 artículos. Este remix del massista Precios Justos o el kirchnerista Precios Cuidados, tiene. sin embargo una diferencia sustancial con sus antecesores: la lista fue elaborada por los supermercados y no conlleva ningún mecanismo de control o fiscalización sobre su cumplimiento.
No obstante estas reticencias, por presión política Caputo aceptó reunirse con empresas de consumo masivo y supermercadistas. En reuniones por separado, les reprochó los aumentos desmedidos y pidió que desarmen las promos 2×1 para que los índices de precios le den mejor.
La respuesta de los empresarios fue clara: son precios que «sinceran» la próxima devaluación. «No es desmesura, es cobertura», indicó a LPO una fuente de una de las alimenticias. Los empresarios entienden que con un tipo de cambio atrasado, la devaluación es condición necesaria para que el gobierno pueda captar los dólares de la cosecha. Sin embargo, Caputo les prometió que iba a mantener la tasa de crawl del 2% menusual hasta noviembre de este año, cuando esten dadas las condiciones para levantar el cepo.
El intercambio por los precios entre el gobierno y los empresarios trasluce la discusión de fondo: devaluar o ensayar algún tipo de dolarización de la economía o neoconvertibilidad.
El primer camino es promovido por el FMI. El organismo acaba de concederle una ayuda excepcional a Egipto por USD 5.000 millones a cambio de devaluar, levantar el cepo y subir las tasas de interés. Dista mucho de la hoja de ruta del ministro y acaso por eso el FMI mandó una misión urgente a revisar el programa económico, como reveló LPO en exclusiva.
Por otro lado, el proyecto dolarizador necesita contar con financiamiento mínimo por USD 15.000 millones como requisito excluyente. «Caputo fue convocado por Milei como ministro porque prometió para conseguir fondos frescos para apurar la dolarización y mientras busca el finaciamiento, necesita tener un dólar barato para que le cierren las cuentas. Va a intentar evitar la devaluación como sea», precisó la fuente que agregó «el problema es como va a contener los precios hasta noviembre y convencer a los exportadores que liquiden».
La complejidad de este escenario llevó a Javier Milei a replantear su postura. Afirman que la en la mesa chica de gobierno consideran la alternativa de desdoblar el tipo de cambio, con un precio diferencial para los exportadores, como reveló en exclusiva LPO. Esta propuesta va más en línea con los planteos del FMI, pero para el presidente sería un paso a la heterodoxia.
LPO