Además, 141 personas permanecen desaparecidas y las precipitaciones regresaron este viernes a Río Grande do Sul. La crecida del agua anegó el centro de Porto Alegre, la capital del estado.
Sigue la preocupación por las inundaciones en San Pablo, Brasil. Las lluvias regresaron este viernes a Río Grande do Sul, donde los muertos por la crecida del agua en el estado más meridional del país carioca sumaban 127, además de 141 personas que aún están desaparecidas, según informaron las autoridades locales.
Las precipitaciones intensas, vinculadas a la fuerte corriente de El Niño de este año, que se encontró con otros frentes climáticos, provocaron que varios ríos y lagos de la región alcanzaran sus niveles más altos y se desbordaran.
Las inundaciones anegaron el centro de Porto Alegre, la capital del estado, y convirtieron en ríos las calles de las ciudades periféricas, desplazando a más de 300.000 personas de sus hogares.
La lluvia comenzó nuevamente después de una pausa de un día que permitió que el nivel del río Guaiba de Porto Alegre cayera por debajo de un récord de 5 metros. El grupo de meteorologia Met Sul consideró que las lluvias deberían persistir hasta el lunes, con un «alto riesgo de tormentas» durante el fin de semana.
El volumen de lluvia superó los 400 milímetros en los primeros cinco días de mayo en Rio Grande do Sul, mucho más que el promedio de entre 140 y 180 milímetros para todo el mes, indicó el Instituto Meteorológico Nacional.
En Canoas, una de las ciudades más afectadas cerca de Porto Alegre, más de 6 mil personas se alojaban en un gimnasio universitario convertido en refugio.
El Gobierno estatal afirmó que más de 385 mil damnificados no tenían agua y unas 20 ciudades estaban sin servicios de telecomunicaciones.
En tanto, un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), 20 camiones del Ejército brasileño y vehículos de empresas voluntarios transportarán 400 toneladas de donaciones, entre ropa, colchones, agua potable y comida rumbo a Canoas este sábado.