Hijo de periodista asesinada en Corrientes: «Llegamos a la verdad, pero no a la justicia»

Fabián Blanco, hijo de Griselda Blanco, la comunicadora asesinada por un empresario, cuestionó con dureza la condena contra el responsable de la muerte de su madre.  «No existe la justicia en Corrientes», aseguró. 

El último viernes, se dictó la sentencia contra Darío Alfredo Ricardo Holzweissig a quien se lo encontró culpable como único autor del crimen de la periodista Griselda Blanco. El empresario recibió 12 años  y seis meses de prisión por el delito de homicidio simple.

48 horas después que se conociera el fallo judicial, Fabián Cesani Blanco, uno de los hijos de la comunicadora asesinada, expresó su enojo con la condena por medio de un texto que lo publicó en su cuenta personal de Facebook.

«Ya todos se habrán enterado del juicio de la causa de mi madre. Tanto yo como mi hermano Lautaro estamos muy tristes por esta situación. Ni bien tengamos un poco más de fuerza haremos un video aclarando lo que pasó, porque cerraron en esa instancia y nuestra postura», comienza la publicación que en menos de 24 horas llegó a casi 70 compartidas.

Para cerrar el posteo, Fabían dijo de manera indignada: «Estamos destruidos, llegamos a la verdad, pero no a la justicia… En los próximos días seguro salga a los medios cuando esté más fuerte y haremos el vídeo. No hay nada que consuele este dolor que sentimos. No existe la justicia en Corrientes».

EL HECHO 

Griselda fue asesinada el 20 de mayo en su casa de Curuzú Cuatiá, Corrientes. El cuerpo apareció colgado, con signos de tortura y rastros de sangre en el piso.

La mujer era una periodista reconocida dentro de la comunidad de Curuzú Cuatiá y su muerte generó una fuerte conmoción en los vecinos correntinos.

La primera de las hipótesis giró en torno a las denuncias que había hecho en los últimos días. Blanco había denunciado un caso de mala praxis en un hospital provincial durante las últimas semanas.

En ese entonces, colegas cercanos a la Comunicadora Social y conductora de programas de radio indicaron que había recibido fuertes amenazas antes del crimen.

Por su parte, desde el canal 6 de Posadas señalaban que Blanco «tenía roces con las autoridades policiales de la ciudad».

El giro en la causa se dio una semana después del crimen, cuando detuvieron a Darío Holzweissig, un propietario de un boliche de Curuzú Cuatiá que había sido denunciado por la víctima en el pasado.

Holzweissig fue detenido después de que en su casa se encontrara un celular que era propiedad de Griselda Blanco y luego de que los hijos de la víctima denunciaran que mantenía una «relación tóxica» con su madre.

En el lugar fueron encontrados un cuchillo con manchas de sangre y un teléfono desarmado. También se encontraron restos de cabello en las manos de Griselda, que luego se confirmó que habían sido arrancados al autor del hecho. «Blanco se defendió y esos pelos quedaron atascados en sus dedos», señaló una fuente del caso sobre la prueba contra el asesino.

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