Guido Carrillo, al minuto de juego y a los 17 de la parte complementaria, y Javier Correa, a los 41 del último segmento, le dieron la victoria al conjunto orientado tácticamente por Eduardo Domínguez que dominó el encuentro desde el inicio y hasta mereció una diferencia mayor.

El conjunto platense fue claramente superior en los 45 minutos iniciales de los que se fue al vestuario ganando por la mínima diferencia pero debió haberlo hecho por un margen mucho mayor. Un buen trabajo del uruguayo Tiago Palacios y de Santiago Ascacíbar en el medio lo hicieron dueño de la pelota.

Arrancó ganando casi del vestuario, ya que en menos de un minuto y medio ya estaba en ventaja. Un centro de Fernando Zuqui al ejecutar un tiro libre sobre la derecha, se desvió levemente al caer en el área y siguió hacia Carrillo, quien acomodó la pelota con el cuerpo y dejó sin chances a Sebastián Moyano.

Y después generó no menos de tres situaciones claras para aumentar, e incluso hubo una jugada dudosa sobre la media hora en la que Facundo Mater tocó la pelota con el brazo dentro del área tras centro de Cetré pero el árbitro del partido consideró que no era para cobrar penal.

Barracas, que había tenido alguna chance en la parte inicial, reaccionó en el primer cuarto de hora del complemento pero no supo resolver frente al arco rival. Y esta vez Estudiantes no lo perdonó.

Una rápida contra derivó en un centro bajo desde la izquierda de Pablo Piatti que Guido Carrillo, siempre bien ubicado, empujó a la red para poner el 2-0 y liquidar el pleito.

De ahí hasta el final tuvo una chance clara Barracas, con un tiro libre de Siro Rosané que pegó en el palo, pero al final Javier Correa le puso una diferencia más lógica al resultado a cuatro minutos del cierre.

Celebró Estudiantes, que ahora esperará por uno de los protagonistas del Superclásico. Y tiene equipo para darle pelea a cualquiera de los dos

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