Lo descubrió Prefectura, en Chaco, mientras flotaba por el río Paraná.
La mercadería secuestrada fue valuada en cerca de 2 millones de pesos.
Un hombre fue detenido mientras intentaba contrabandear cigarrillos desde Paraguay hacia el Chaco disfrazado de camalote y nadando a través del Río Paraná. Fue descubierto por Prefectura y quedó detenido.
Noche cerrada y tranquila para la Prefectura en la Isla del Cerrito, en el Chaco, justo a orillas del Río Paraná, con Paraguay en frente. Así estuvo hasta que integrantes de la fuerza detectaron, mediante visores térmicos, un sospechoso camalote que viajaba por el agua, más rápido de lo usual.
Comenzaron a iluminarlo con una linterna y, tras darse cuenta de qué se trataba el inusual viajante acuático, lo subieron a la lancha. Desenmarañaron el disfraz y lo esposaron. Fue a la altura del kilómetro 1.239 donde la curiosa escena ocurrió y desde donde se viralizó rápidamente.
“Muy ingenioso el ladrón. Y muy bien también la Prefectura, que lo pudo descubrir. Se ponen en posición agente de Prefectura realizando un operativo nocturno en el río Paraná, altura kilómetro 1239. Ahí están los agentes, monitorean y ven esto. ¿Qué elemento? Camalote. ‘Esta no es zona de camalotes’, dice uno al otro. Y no hay más camalotes. Y, además, el camalote no iba en el sentido de la corriente. Eso es genial. Cruzaba de costa a costa, estaba desafiando las leyes de la gravedad y andaba rápido el camalote”, reveló Silvia Martínez.
Y prosiguió: “Y entonces los agentes dicen ‘¿qué hacemos?’. ‘Y, acercate’. Bueno, se acercan. Y detectan que, detrás de este bulto de camalotes, había un señor que ahí ustedes están viendo, es rescatado del agua. No tenía ningún tipo de lesión, no le estaba pasando nada. Traje de buzo y oscurito también para mimetizarse con el río y darle impulso al cúmulo de camalotes que llevaba”.
El gesto que delató al contrabandista
“El problema fue la velocidad. Porque claro, si iba más despacio creo que no lo detectaban. ¿Dónde están los cigarrillos? Están ahí, arriba del camalote. Porque todo eso está camuflado. Hay una media sombra donde él hizo la ikebana esta de camalotes. Hizo el arreglo floral con hojas artificiales y otras hojas naturales. Se tomó un trabajo. Era un disfraz perecedero”, agregó la periodista.
“Tenía distintas capas el envoltorio, y había 200 cartones de cigarrillos, valuados en 2,2 millones de pesos. Entendemos que lo hacía todo el tiempo, ¿no? O sea, no era la primera vez. En cargamento, podemos decir, hasta chicos. Eran cinco cartones con diez atados adentro de cada cartón. Y ahí lo esposaron”, contó Martínez. /El Trece.