Desde que economistas de la derecha liberal comenzaron a levantar las banderas de la dolarización mucho se ha debatido sobre cuátl debería ser el tipo de cambio al cual el gobierno tendría que retirar los pesos y entregar billetes verdes. Desde la principal fuerza política de oposición los economistas ya han hecho un pronunciamiento contrario a la propuesta mientras que el libertario Javier Milei se mantiene en su posición inalterada.

Ivan Carrino, el director de la consultora que  lleva su nombre, plantea que la operación se podría llevar a cabo al valor de $546 por dólar. Para ello hace un planteo amplio sobre la cantidad de activos con los cuales podría contar el Banco Central para que el canje se pueda hacer al valor de mercado aproximado que muestra el dólar actualmente. En la vereda opuesta, Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sostiene que el valor resultante sería de $2.430.

Para Carrino, el tipo de cambio de dolarización está muy lejos de los $3.000 que postuló el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta. Parte de una posición similar a la de Milei. El aspirante a la presidencia de Avanza Libertad sostiene que aunque muy degradados los activos del BCRA tienen un valor, entre ellos menciona a las Letras Intransferibles. ¿Qué son? Para graficarlo de manera muy sencilla, es como un vale de caja que dejó Cristina Fernández de Kirchner en su recordada pelea con el ex presidente del BCRA, Martín Redrado.

La entonces presidenta sacó reservas internacionales y contra ello entregó las letras con promesa de devolución a los 10 años. En 2022 esos títulos vencieron y el gobierno los reemplazó con otras letras. Nada puede asegurar entonces que en caso de una dolarización el gobierno de turno tenga la voluntad de cancelar una deuda intraestado, por lo menos en la Argentina.

Milei sostiene que si se reemplazan esas letras por bonos globales de legislación de Estados Unidos, esta tendría un valor del 25% que es el mismo que tienen los papeles argentinos en los mercados. Se trata de valores de un estado en default que seguramente subirán al doble con un nuevo gobierno y una nueva negociación con acreedores privados.

Tras otra variante para importar sin dólares