Cristina Kirchner declara ante la justicia en el marco del juicio por el intento de magnicidio del que fue víctima y advirtió que «sería ingenuo considerar que estas tres personas solas organizaron el atentado».
La ex presidenta Cristina Kirchner declara este miércoles en Comodoro Py en el juicio por el intento de magnicidio del que fue víctima el 1° de septiembre de 2022 cuando llegaba a su departamento en el barrio porteño de Recoleta.
Durante su testimonio Cristina apuntó con dureza contra el poder judicial, los grupos económicos concentrados y los grandes medios de comunicación a los que acusó que crear el caldo de cultivo para que algo de estas características pudiera ocurrir.
Advirtió además que «los episodios de violencia simbólicos y no tan simbólicos» en su contra se profundizaron «después de la pandemia». Desde entonces, dijo, «fueron in crescendo» y recordó, entre otros episodios, «las guillotinas en la Casa Rosada», las «bolsas mortuorias» y también «la destrucción de mi despacho el día que se discutía en acuerdo con el FMI».
Cristina remarcó que si bien «era clara nuestra postura en contra (del acuerdo), sin embargo, apedrearon mi despacho que, está probado, que había sido marcado». Y agregó que «lo curioso es que durante 30 minutos apedrearon y destruyeron el despacho y ni la Policía de la Ciudad ni la Federal en ningún momento lo evitaron».
La también ex vicepresidenta de la Nación recordó además que «cuando era presidenta, durante los dos períodos sufrí violencia simbólica» por su condición de «mujer».
«Hubieron muchas cuestiones, ataques, que tenían que ver con mi condición de mujer. Porque nadie se siente mal porque lo critiquen cuando hace política, son las reglas del juego» pero, aseguró, esta «violencia simbólica y no tan simbólica» apuntaba también por su condición de mujer.
Entre las tapas de Noticias recordó las que hablaban del «Goce de Cristina» que, dijo, «poco tiene que ver con mi condición de política sino de mujer»; el «vía crucis de Cristina, donde aparezco crucificada y está claro que no me querían comparar con Cristo» y «El negocio de pegarle a Cristina, en la que aparezco con un ojo negro y una curita».
También recordó una caricatura de Hermenegildo Sabat de 2008, en coincidencia con la denominada crisis del campo, en la que también aparece con un ojo negro.
Cristina criticó además a la justicia a la que acusó de no haber buscado nunca a los autores intelectuales del atentado. «La instrucción de la doctora Capuchetti fue un desastre total y absoluto» advirtió.
«La unificación que se quiso hacer con la de Revolución Federal con mi atentado fue rechazada por la doctora y la decisión fue ratificada por la Cámara Penal, o sea que es el partido judicial y creo que es uno de los principales problemas que tiene la sociedad en cuanto a un poder que nadie que cumpla el rol que tiene que cumplir que es el de administrar justicia en forma imparcial», denunció.
Y advirtió: «Estamos frente a los autores materiales nada más, siempre el hilo se corta por lo más delgado», siguió.
También cargó contra la Policía de la Ciudad a la que acusó de ser muy permisiva con los grupos violentos que se acercaban a su casa a insultar y agraviar.
Apuntó contra el fiscal Luciani al que responsabilizó por colaborar con el clima de violencia que derivó en el fallido atentado.
«Tengo entendido que uno de los acusados dijo que quería que lo defendiera el doctor Luciani, las propias actitudes de los autores materiales, sería muy ingenuo de parte mía que las tres personas que están sentadas ahí organizaron esto», aseguró y recordó: «aquel histrionismo del fiscal Luciani que contribuyó al clima de violencia. No fue un alegato común, fue una declaración llena de mentiras y difamaciones construyendo a un clima de violencia«.
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