Se trata de Roberto Bárzola, quien fue notificado, pero no quedó detenido porque el caso está prescripto. Durante el juicio declaró como testigo porque había trabajado puliendo un piso en la casa de la víctima.
La investigación el crimen de Nora Dalmasso, quien fue asesinada el 25 de noviembre de 2006 en su casa del country Villa del Golf de Río Cuarto, Córdoba, tuvo en las últimas horas un giro radical. A más de 18 años del homicidio y con la causa prescripta y el viudo ya absuelto, la Justicia anunció que el ADN de un empleado de la familia coincide con los rastros genéticos hallados en el cuerpo de la víctima.
¿Quién es el nuevo sospechoso? El Ministerio Público Fiscal de Córdoba lo identificó como Roberto Marcos Bárzola (45), un parquetista que realizó trabajos para la familia de la mujer en la semana previa al femicidio que conmocionó al país. El hombre, que fue notificado pero no quedó detenido porque el causa está prescripta, había declarado como testigo durante el juicio realizado en 2022.
Según trascendió, en noviembre de 2006 Bárzola fue contratado por hacer un trabajo de pulido en la casa donde fue hallada asesinada Nora. Tenía 27 años al momento del hecho y es vecino de Rio Cuarto. En 2007, la familia de la victima había pedido que se lo incluyera en la lista de personas a cotejar su ADN. Pero el entonces fiscal del caso no lo contempló.
En abril de 2022, en el marco del juicio que terminó con la absolución del viudo Marcelo Macarrón, Barzola declaró que hizo trabajos de pulido en la vivienda donde ocurrió el homicidio y contó que estuvo tres días en el lugar. Siempre según su declaración, había visto una vez a Nora Dalmasso.
Ahora fue incluido en las pericias que impulsó el fiscal de Río Cuarto, Pablo Jávega, con el objetivo de saber quién mató a Nora Dalmasso. Para eso, el año pasado había ordenado tomar 200 muestras de ADN. Este lunes la Unidad Fiscal Especial actuante en la ciudad de Río Cuarto informó que el material genético de Bárzola es «compatible con las huellas genéticas colectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma».
El objetivo de la Justicia para avanzar con estos cotejos fue ponerle nombre y apellido a los rastros genéticos hallados en el cinto de la bata que usaron para estrangular y matar a Nora. En esa prenda se encontraron dos perfiles de ADN. Uno de ellos es de Macarrón, sobre quien se concluyó que llegó allí porque vivía en la misma casa. El otro era hasta esta jornada de un NN.
En una conferencia de prensa realizada este lunes, el fiscal confirmó que Bárzola estuvo trabajando en la casa de la víctima una semana antes del homicidio. «Se ha verificado una compatibilidad genética tanto en las huellas encontradas en el cinto de bata de la víctima como en un pelo hallado en la escena del crimen«, explicó.
El fiscal dijo que la potencial imputación para el sospechoso sería de abuso sexual seguido de muerte, pero se está analizando si se puede revertir la prescripción. «Estamos en esa etapa de investigación exhaustiva para verificar si hay subsistencia en la acción o si, por el contrario, se daría la prescripción», indicó Jávega.
Lo que viene y cómo se realizó la investigación por el crimen de Nora Dalmasso
El match del ADN del empleado con los rastros hallados en el cuerpo de la víctima fue confirmado hace unos 10 días por el FBI, a casi dos décadas del crimen de Dalmasso. La Fiscalía informó que seguirá avanzando en el análisis del resto de las pruebas disponibles, para terminar de cerrar la secuencia de cómo ocurrió el hecho.