La Justicia de Brasil dictó el fallo que alcanza a Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo y Carlos Andrés Gallino Yanzi. Los tres rugbiers conocidos de la sociedad correntina deberán cumplir 7 años de prisión efectiva.
Un caso que generó en su momento mucha conmoción. Ariel Malvino, de 21 años, había sido asesinado a golpes y un piedrazo en 2006. Era un cordobés que pasaba sus vacaciones con amigos en Ferrugem, una playa en el Estado de Santa Catarina, al sur de Florianópolis.
A 19 años del brutal crimen, tres de los ocho correntinos involucrados en el ataque fueron condenados. Son Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo y Carlos Andrés Gallino Yanzi, todos rugbiers y señalados desde el principio como los responsables de la muerte del joven cordobés. Braun Billinghurst fue condenado por la tentativa de homicidio; los restantes, por las lesiones seguidas de muerte. Todos fueron considerados culpables por un jurado popular en los tribunales de la ciudad de Garopaba, Santa Catarina, Brasil.
Los tres deberán cumplir una pena de siete años de prisión. Los imputados no estuvieron presentes en la sala de audiencias. Seis abogados defensores estuvieron representándolos. Quedarán alojados en un penal en la provincia de Corrientes. En un comunicado, los padres de Ariel, Alberto Malvino y Patricia Martin, informaron la noticia y agradecieron a quienes los acompañaron «en este penoso camino».
«Agradecemos a todos aquellos que nos acompañaron en este penoso camino, a los testigos que dieron su aporte decisivo para el veredicto final, a la fiscal Mirela Dutra Alberton, quien hizo su alegato brillante y emotivo por tres horas; a la fiscal adjunta Luana Pereira; al primer fiscal de la causa, Fabio Lyrio y a todo el personal del Ministerio Público de Santa Catarina», mencionaron. Luego, le dedicaron unas sentidas palabras a su hijo, a 19 años de su crimen: «Querido hijo: mamá y papá frente a tu tumba, te prometieron que habría justicia; ese día llegó. Descansá en paz, amado Ariel».
UN CASO QUE DEJÓ HUELLAS
Este episodio ocurrió en el verano de 2006. Malvino, entonces de 21 años, se encontraba en la madrugada del 19 de enero en el balneario brasileño de Ferrugem, a 80 kilómetros de Florianópolis, con dos amigos. Quedó en medio de una pelea entre argentinos que habían salido de un bar. Sus amigos vieron que de pronto se formó una ronda de curiosos: en el medio estaba Ariel, tirado en el piso inconsciente y con convulsiones. Cincuenta minutos tardó la ambulancia, y Ariel llegó al hospital en coma. Murió una hora después.
Una de las trompadas que había recibido resultó casi letal: lo desmayó y su cabeza golpeó contra el suelo. Y luego de la caída, uno de los agresores le arrojó sobre el pecho una piedra de 17 kilos. Al día siguiente del crimen, la Policía de Garopaba ajustó la mira sobre un grupo de jóvenes rugbiers correntinos y ordenó la búsqueda de un auto que pertenecía a Lautaro Braun Billinghurst, hermano de Eduardo.
Para ese momento, los sospechosos ya estaban en Corrientes. Varios testigos señalaron a Eduardo Braun Billinghurst, Andrés Gallino y Horacio Pozo como los responsables del asesinato del joven porteño. Finalmente, luego de 19 años y varias idas y vueltas en la justicia, hubo condenas por el crimen de Malvino.
Diario Chaco
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