En la Capilla Sixtina del Vaticano, 133 cardenales de 70 países elegirán al nuevo jefe de la Iglesia Católica. Se necesitan 89 votos para ser electo papa.
Un total de 133 cardenales electores provenientes de 70 países participan desde este miércoles en el cónclave más numeroso y diverso de la historia de la Iglesia católica -que se desarrolla en la Capilla Sixtina del Vaticano– para elegir para elegir al sucesor del papa Francisco.
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, pidió que «sea elegido el papa que la Iglesia y la humanidad necesita en este momento de la historia tan difícil y complejo».
La petición la hizo este miércoles en la misa ‘Pro eligendo pontífice‘, que se celebra ante los 133 cardenales electores en la basílica de San Pedro, antes de comenzar el cónclave para elegir al nuevo pontífice.
«Estamos aquí para invocar el auxilio del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza, a fin de que sea elegido el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo», dijo Re ante los 133 cardenales que se encerrarán en la Capilla Sixtina desde las 16.30 horas (11.30 de Argentina).
El cardenal decano recordó a los cardenales electores que «se preparan para un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial» y ante ello «se debe abandonar cualquier consideración personal, y tener en la mente y en el corazón sólo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad».
El cardenal decano recordó a los cardenales electores que «se preparan para un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial» y ante ello «se debe abandonar cualquier consideración personal, y tener en la mente y en el corazón sólo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad».
En la homilía, en la que tradicionalmente el decano del colegio cardenalicio dibuja el perfil del próximo pontífice, Re recordó que Jesús dio ejemplo «al comienzo de la última cena con un gesto sorprendente: se bajó al servicio de los demás, lavando los pies a los Apóstoles, sin discriminaciones, sin excluir a Judas que lo iba a traicionar».
Y entre las tareas del próximo sucesor de Pedro explicó que será la de «acrecentar la comunión de todos los cristianos» y «de los obispos con el papa».
«No una comunión autorreferencial, sino dirigida totalmente a la comunión entre las personas, los pueblos y las culturas», explicó el cardenal decano.
Re, de 91 años y que por ello no entrará a la Capilla Sixtina, recordó a los purpurados que «también es fuerte la llamada a mantener la unidad de la Iglesia en la senda trazada por Cristo a los Apóstoles».
Y destacó que «unidad que no significa uniformidad, sino una firme y profunda comunión en la diversidad, siempre que se mantenga en plena fidelidad al Evangelio».
El cardenal también subrayó que «el mundo de hoy espera mucho de la Iglesia para la tutela de esos valores fundamentales, humanos y espirituales, sin los cuales la convivencia humana no será mejor ni portadora de bien para las generaciones futuras».
Y concluyó su homilía pidiendo que «el Espíritu Santo ilumine las mentes de los cardenales electores y los haga concordes en la elección del Papa que necesita nuestro tiempo»