La jueza federal Cristina Pozzer Penzo puso la lupa sobre los pasos fronterizos de San Antonio y Andresito, en Misiones.
Una pista llevó a los investigadores del caso por la desaparición de Loan Danilo Peña a la frontera de Misiones con Brasil. Al indagar, se encontraron con una serie de graves irregularidades en el manejo de los puestos fronterizos que tendrían consecuencias legales a corto plazo.
A casi seis meses de la desaparición de Loan, el Juzgado Federal de Goya puso la lupa sobre dos pasos internacionales donde los controles suelen ser muy laxos y por donde, no se descarta, el chico pudo haber sido llevado a Brasil.
La jueza federal Cristina Pozzer Penzo centró su atención en los cruces instalados en San Antonio y Andresito y pidió analizar las imágenes de las cámaras de seguridad en fechas muy puntuales.
La primera sorpresa fue que las imágenes se guardan por un lapso muy breve, por lo cual no se pudieron obtener datos sobre el tránsito de personas por esos pasos en los días posteriores a la desaparición de Loan en el paraje El Algarrobal, cerca de la localidad correntina de 9 de Julio.
La frontera estaba hecha «un colador»
Según trascendió, cuando los investigadores relevaban las imágenes del paso internacional que vincula a San Antonio (Misiones) con Santo Antonio Do Sudoeste (Brasil), advirtieron que una noche del mes de septiembre -la fecha no se precisó-, Gendarmería y agentes de Migraciones permitieron el ingreso irregular desde Brasil de al menos 15 vehículos y una cantidad no precisada de pasajeros, ya que en el sistema sólo se registraron 31 personas.
El cruce se habría registrado entre las 20.15 y las 21 en un paso internacional que sólo está habilitado de 7 a 19.
En esa oportunidad, Gendarmería solicitó al jefe de la Aduana de Bernardo de Irigoyen autorización para permitir el ingreso de vehículos y personas que llegaron al paso después del horario de cierre, lo cual fue rechazado de plano.
Pese a ello, un poco más tarde decidieron correr las barreras y permitir el paso de personas y vehículos, que serían todos oriundos de San Antonio. Es por eso que el director de la Aduana de Irigoyen -distante 32 kilómetros- alertó al jefe de la Región Aduanera sobre el irregular procedimiento de gendarmes y agentes de Migraciones.
En los videos que se conocieron se puede observar que la fuerza no realiza el control de ninguno de los vehículos que ingresa desde el vecino país. También se sospecha que hubo un subregistro de viajeros.
En esa oportunidad, el jefe regional de Aduanas le quitó gravedad al hecho y habría pedido que la irregularidad no se comunicara a la cúpula del organismo.
Sin embargo, según información de Clarín, el caso habría llegado hasta la responsable de las aduanas del interior del país. Lejos de hacer la denuncia y abrir una investigación, ascendió al jefe de la Aduana de Irigoyen al cargo de director regional. A su antecesor lo relevaron sin asignarle nuevas funciones.
En la apertura del paso habrían intervenido también un hijo del actual intendente de San Antonio y el de un ex alcalde, que se desempeñan como supervisores de la Dirección Nacional de Migraciones.
En el video que trascendió incluso se ve a personas que cruzan caminando desde Brasil con menores de edad sin que los gendarmes o empleados de Migraciones los identifiquen.
Fuentes vinculadas a la investigación dijeron a Clarín que la laxitud en los controles en ese paso internacional atentan contra el Sistema Federal de Búsqueda de personas desaparecidas y extraviadas (Sifebu). Y demuestra que en algunos lugares la frontera es un verdadero «colador».
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