Brasil en crisis sanitaria por el dengue: una advertencia para Argentina y el mundo
Pacientes tirados en las salas de esperas de los hospitales ruegan atención. Epidemiólogos esperan los casos se extiendan a millones.
Brasil en crisis sanitaria por el dengue: una advertencia para argentina y el mundo
Alarma en Brasil por el aumento de casos de dengue que está sufriendo. Las escenas que se ve en hospitales son catastróficas y recuerdan a la pandemia del Covid: pacientes tirados en el piso de la sala de espera, gimiendo y pidiendo ayuda; la búsqueda desesperada de una cama disponible; peleas en las salas de guardia por el acceso a la medicación.
Tan alarmante es la situación en Brasil que obligó a los gobiernos locales a declarar el estado de emergencia e incluso a acelerar el armado de un hospital de campaña en Brasilia, capital del país.
El flagelo del dengue en Sudamérica
La enfermedad está arrasando gran parte de América del Sur, donde los científicos adjudican el auge de casos al aumento de las temperaturas debido al cambio climático, que ha ampliado el alcance territorial del mosquito que transmite el dengue y fomentado su proliferación.
En los primeros dos meses de 2024, Paraguay registró casi 100.000 casos sospechosos, más de cinco veces del promedio típico para este momento del año. Perú, devastado por su propio brote, declaró el estado de emergencia en gran parte del país. Y Argentina también ha visto una explosión de casos de la enfermedad.
Pero el dengue ha crecido con particular virulencia en Brasil, donde los epidemiólogos esperan que el número de casos se extienda a millones y tal vez termine con la vida de miles de personas.
La fumigación sobre pastizales y el descacharreo son las medidias más efectivas para evitar la proliferación del dengue. Foto: Google.
La fumigación sobre pastizales y el descacharreo son las medidas más efectivas para evitar la proliferación del dengue. Foto: Google.
Los epidemiólogos dicen que la profundización de esta crisis de salud pública debe servir de advertencia para el mundo entero. La lucha contra el dengue ha ingresado en una nueva fase, impredecible y peligrosa. La enfermedad ya se está infiltrando en lugares donde nunca antes había llegado, y donde era endémica desde hace mucho tiempo, el número de casos se está disparando a niveles nunca vistos.
Históricamente, la enfermedad se limitaba a los climas tropicales, pero en los últimos años, con la disparada de casos en gran parte del mundo —se octuplicaron desde el inicio del nuevo milenio—, el virus se fue extendiendo a regiones antes libres de la enfermedad.
Actualmente, ya se reportan casos de transmisión local en los estados más cálidos y húmedos de Estados Unidos, donde el vector de la enfermedad —el mosquito Aedes aegypti— ya circula a sus anchas. El año pasado, Florida informó un récord de 178 casos de transmisión local. California, Texas y Arizona también están detectando casos de transmisión local. Y la misma dinámica se observa también en el sur de Europa, donde el año pasado se registraron decenas de casos de dengue contraído localmente.
Los epidemiólogos advierten que probablemente sea solo el comienzo. En los próximos años, a medida que el cambio climático extienda el hábitat del mosquito, la enfermedad podría volverse cada vez más prevalente, incluso endémica, en gran parte del sur de Europa y Estados Unidos.
“Los casos de dengue están aumentando a un ritmo alarmante”, explica Gabriela Paz-Bailey, especialista en dengue en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). “El dengue se está convirtiendo en una crisis de salud pública y afectando lugares donde nunca había llegado”.
Números alarmantes en Brasil
Tan solo en enero y febrero, Brasil registró más de 1 millón de casos de dengue, y se espera que para fin de año el país habrá sufrido 4,2 millones de casos, más de lo que se registró en todo el continente americano durante el brote récord del año pasado.
Los casos de dengue en Brasil vienen aumentado de manera constante desde hace años: de unos pocos cientos de miles a principios de siglo, saltaron a más de 1,4 millones en 2013, y luego nuevamente a casi 1,7 millones el año pasado. Pero este año confluyeron varias fuerzas que desataron un brote sin precedentes.
Por qué aumentaron los casos de dengue
Para empezar, al fenómeno climático de El Niño, que suele coincidir con una mayor propagación del dengue, se le sumó una extraordinaria ola de calor que provocó una mayor reproducción del mosquito Aedes Aegypti y alargó su lapso de vida.
Pacientes con dengue en Brasil denuncian que los hospitales no dan a vasto para atender a la gente. “No tenían cama para darme”. Foto: Google.
Pacientes con dengue en Brasil denuncian que los hospitales no dan a vasto para atender a la gente. “No tenían cama para darme”. Foto: Google.
“No solo hay más mosquitos, sino de que viven más”, apunta Kleber Luz, coordinador de investigaciones sobre enfermedades transmitidas por A. aegypti de la Sociedad Brasileña de Epidemiología. “Por más que su vida se alargue apenas uno o dos días, eso tiene incidencia directa sobre el número de casos de dengue.”
Otro acelerador es la circulación simultánea de los cuatro tipos de dengue. Eso redujo la protección inmunológica que pueden tener las personas que viven en un país donde el dengue está presente desde hace mucho tiempo. “Trabajo en el tema del dengue desde 1997 y nunca había visto un año en el que los cuatro tipos de la enfermedad estén circulando al mismo tiempo”, señala Luz.
Felipe Naveca, epidemiólogo de la Fundación Oswaldo Cruz, un instituto brasilero de investigación científica, dice que los momentos como este, con múltiples variantes del dengue en circulación, son particularmente peligrosos, porque las personas pueden contraer la enfermedad varias veces en un breve lapso de tiempo. Por eso la cantidad de casos probablemente seguirá siendo alta, porque cada variante irá alcanzando su pico máximo a su tiempo y sucesivamente.
“El panorama no es bueno”, afirma Cruz.
Y para terminar de complicar la lucha de Brasil contra el dengue, el país tiene una serie de problemas sociales crónicos que el mosquito A. aegypti viene aprovechando desde hace mucho tiempo: desigualdad, pobreza, mala planificación urbana y un sistema de salud pública que suele fallar.
Colapso de los hospitales
“No tenían cama para darme”. Con una velocidad nunca vista, la enfermedad se abalanzó sobre los bolsones de mayor pobreza de Brasilia, que forman un círculo alrededor del centro rico de la capital. Pero a fines de febrero, la enfermedad ya estaba en todas partes: casi 120.000 casos probables de dengue en una ciudad de 2,8 millones de habitantes. El sistema hospitalario del distrito, que había resistido el embate de la pandemia de coronavirus, empezó a tambalearse: los hospitales se quedaron sin camas.
“Los sistemas de salud pública y privada del distrito federal ya están colapsados”, afirmó el gobernador del distrito, Ibaneis Rocha. “La situación es grave y todavía no llegamos al pico de la epidemia”.
“Los dos primeros días estuve sentada en una silla de ruedas”, dice una paciente. “No tenían cama para darme”.
La misma paciente comenta que a su alrededor había pacientes canalizados con suero intravenoso tirados en el suelo, y según puede verse en un video grabado por su hija, otros gritaban enojados por la falta de atención, y un hombre pedía analgésicos a los gritos para poder irse a morir a su casa
LM
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