La ex presidenta se quedará con su hijo Máximo en El Calafate hasta fin de mes. La estrategia de los 100 días.
Cristina Kirchner dice que todavía el peronismo no debe salir a atacar a Javier Milei y que las movilizaciones tienen que esperar hasta que el presidente sea visto por la sociedad como el culpable de las medidas de ajuste.
La ex presidenta se quedará en El Calafate hasta fin de mes junto a su hijo Máximo, que comparte la postura de no confrontar con Milei hasta que se sienta el efecto de las medidas que impuso el nuevo gobierno.
Es la misma línea que bajó Sergio Massa la semana pasada, cuando dijo que el paro de la CGT le parecía apresurado. Lo mismo repiten en el movimiento de Juan Grabois, en donde creen que a Milei hay que darle un mínimo de 100 días antes de salir a la calle.
Esta postura de los referentes que hasta el momento tiene el peronismo no es de clemencia con Milei: creen que hay que esperar que la gente se enoje para capitalizar el enojo.
«La campaña del miedo no funcionó, ahora hay que esperar», dice Máximo a sus allegados «No voy a movilizar a La Cámpora ahora porque es hacerle el juego a Milei», agrega el hijo de Cristina.
En el peronismo dicen que luego de perder una elección en la forma en que se perdió no se puede salir a cuestionar en el primer mes del mandato del nuevo presidente, porque es contraproducente.
De todos modos creen que sí hay que dejar correr las protestas de los sectores que ya se sienten damnificados por el nuevo gobierno, como el de la cultura que ya se empezó a movilizar o el de los trabajadores estatales. En ese sentido, aseguran que los senadores y diputados necesitan movilizaciones que les den fuerza para oponerse.