En el 41º aniversario de la aparición de la Virgen María del Rosario a Gladys Quiroga de Motta, San Nicolás se colmó de peregrinos, que llegaron a la ciudad del norte bonaerense bajo el lema “Madre, orando, peregrinamos a tu corazón”. Además, muchos fueron hasta la casa de la vecina que comenzó a recibir en 1983 los mensajes de la Virgen para ofrecer sus respetos.
El festejo, como relata El Norte, comenzó con los fieles cantando el feliz cumpleaños a la Virgen. Luego comenzó la misa, presidida por el obispo de San Nicolás, monseñor Hugo Santiago.
Las primeras misas se desarrollaron entre las 6 de la mañana y las 12. A las 15 se hará la misa principal, y después habrá otras a las 15, las 19, las 20 y las 21.
“Bien encauzado”
Tras la misa, monseñor Hugo Santiago ofreció una conferencia de prensa junto al rector del Santuario, Gustavo Salce. Allí, Santiago aseguró que el papa Francisco piensa que “el acontecimiento de San Nicolás está bien encauzado”, a diferencia de otros casos que se están popularizando como sucede en Salta o en Rosario.
“Es de público conocimiento lo que pasó en Salta o en Rosario con Leda, por ejemplo, y los obispos tenemos un trabajo dificultoso, feo pero lo tenemos que hacer y tenemos que ir discerniendo qué es lo que realmente es verdadero, la enseñanza y en que tenemos que tener cuidado y poner una luz amarilla porque es medio fronterizo y se puede interpretar mal y es una cosa delicada”, aseguró el religioso.
La historia de Gladys
Mientras tanto, cientos de fieles se acercaron a la casa de Gladys Motta para dejar cartas, regalos y estampitas. La historia comenzó el 25 de septiembre de 1983, pero un día antes, el sábado 24, la mujer que en ese entonces tenía 46 años vio iluminarse el rosario colgado en su habitación y rezó. Primero con vecinos presentes, que vieron el fenómeno, y luego sola. Al día siguiente mientras rezaba se le apareció la Virgen María con el Niño Jesús en brazos y un rosario.
Tres días después ocurrió la segunda aparición, exactamente igual a la anterior. Y el 5 de octubre, lo mismo. Y el 7 de octubre, en la fiesta del Rosario, Gladys se animó a preguntarle a la aparición “qué esperaba de nosotros. En ese momento la imagen se borró y apareció la visión de un templo”.
El 12 de octubre Gladys le habló de las apariciones a su confesor, el padre Carlos Pérez, presbítero de la catedral de San Nicolás. Y al día siguiente, 13 de octubre, la Virgen le habló por primera vez: “Has cumplido. No tengas miedo, ven a verme; de mi mano caminarás, y muchos caminos recorrerás”.
El 24 de noviembre Gladys se dirigió con un grupo de personas al campo cercano a su casa, donde María le había dicho que quería su templo. En el medio de la noche apareció un rayo de luz que marcaba el lugar exacto donde se construyó el santuario. Al día siguiente Gladys recibió este mensaje: “Elegido está el lugar de mi morada; todo queda en vuestras manos”.
Las obras, finalmente, comenzaron en 1987 en un terreno donado por la Municipalidad nicoleña. (DIB)
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