La suba de las tasas de interés en Japón y el temor a una recesión en los Estados Unidos provocaron el derrumbe de las bolsas a nivel mundial, con particular impacto en las economías emergentes.
En concreto, arrastró a la baja a los activos argentinos, con caída de las acciones y de los bonos nacionales. Impacta también en la perspectiva para las commodities, principalmente del petróleo, que influye en el precio de estas acciones.
Pero las bajas no solo se produjeron en bonos y acciones argentinas sino a nivel global, lo que ha impactado en -por ejemplo- quienes tienen sus ahorros en fondos de inversión (como los FIMA), quienes en pocas horas han sufrido pérdidas que van del 3 al 5%.
Y simultáneamente se produjo un fuerte salto del Riesgo País, que en las primeras horas trepó hasta alcanzar los 1.729 puntos, el máximo registrado desde febrero pasado, pero cerrando la jornada en 1.639 puntos.
El Riesgo País, índice que elabora cotidianamente JP Morgan, es un indicador que tiene como función precisar qué tasa de interés se debe pagar al tomar deuda en el exterior, abarcando tanto al sector público como al privado (gobiernos nacionales, provinciales y municipales y empresas privadas de cualquier rubro).
Este índice precisa cuánto más de interés deben pagar los títulos de deuda pertenecientes a un país por encima de lo que rinden los bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Siendo alto, también aumenta la dificultad para tomar deuda en el exterior.
Además de catalogar a un país como posible incumplidor en sus obligaciones financieras, puede influir también negativamente en la llegada de futuras inversiones extranjeras al país.
Todo lo cual complica las esperanzas de Javier Milei y el ministro Luis Caputo de conseguir financiamiento internacional, sin contar con que ante las situaciones como la de los últimos días los inversores internacionales buscan refugio en inversiones más seguras, evitando los mercados emergentes como la Argentina, siempre volátiles, y migrando a los centrales que brindan mayor seguridad, advierten los especialistas.
Aunque desde el Ministerio de Economía aseguran que el Riesgo País “hoy no es el tema importante” porque “el Gobierno no necesita financiamiento externo”, lo cierto que en las últimas semanas esa cartera ha dado señales de buscarlo de diferentes modos y en diversas fuentes.
Por ejemplo, enviando al exterior, específicamente a Londres, el oro del Banco Central para conseguir “un rendimiento”, como explicó Caputo en su momento; insinuando también la decisión de la gestión libertaria de usarlo como garantía para un préstamo proveniente de Suiza, y así hacer frente a vencimientos de deuda.
Al final, Estados Unidos no financia los F-16 y el gobierno de Milei debería pagar 40 mil millones este año