Un proyecto de la UNNe permite reutilizar las «vainas de porotos terciopelo»

Verónica Noemí Valenzuela, estudiante de Bioquímica de la UNNE, explora el potencial de las vainas de Mucuna pruriens para obtener sustancias de alto valor agregado con aplicaciones en la industria alimentaria y farmacológica. Su propuesta de trabajo le permitió acceder a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN).

Una amplia variedad de especies de leguminosas es cultivada por medianos y pequeños productores, lo que las convierte en un pilar de las economías regionales. Por lo general las vainas de estas legumbres son usadas como abono orgánico o combustible pero mayoritariamente son desechadas.

Otra alternativa para estas cáscaras, es que pueden ser fuentes de compuestos bioactivos, en particular compuestos fenólicos (CF) que han mostrado potenciales propiedades benéficas para la salud. Sin embargo, estos desechos no han sido aprovechados eficientemente porque están poco caracterizados y estudiados.

Hablar de compuestos bioactivos es hacer referencia a ciertas sustancias químicas que se encuentran en pequeñas cantidades en plantas y ciertos alimentos, cumplen funciones en el cuerpo que pueden promover la buena salud.

La estudiante de Bioquímica de la Universidad Nacional del Nordeste, Verónica Noemí Valenzuela, accedió a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN) proponiendo un plan de investigación en el que realizará la separación y caracterización de compuestos bioactivos presentes en extractos de una leguminosa en particular, la Mucuna pruriens también conocida como poroto terciopelo.

La investigación está dirigida por las docentes-investigadoras de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE doctora Margarita M. Vallejos y co dirigida por la Licenciada en Química Beatriz Itatí Avalos, ambas integrantes del Grupo de Investigación en Química Aplicada (GIQAp) del Instituto de Química Básica y Aplicada (IQUIBA-NEA).

El impacto que pretende la becaria con su trabajo es el de proponer una opción para dar utilidad a los residuos agrícolas del Nordeste Argentino, mediante la obtención de compuestos bioactivos con alto valor agregado.

En ese sentido y ya más vinculado a nuevos conocimientos por obtener, Valenzuela evaluará la capacidad antioxidante de cada una de las fracciones obtenidas.  Se apunta a la obtención de extracto y/o fracciones de que resulten de potencial aplicación en la industria alimentaria y farmacológica.

Como parte del trabajo de laboratorio, evaluará los componentes fitoquímicos presentes en las vainas de Mucuna pruriens mediante métodos cualitativos. Determinará además el contenido de fenoles y flavoniodes totales.

Como parte de la investigación, la becaria empleará, cromatografía en columna y cromatografía líquida de alto rendimiento. Evaluará y cuantificará la presencia de Levodopa, en los extractos de las vainas de la leguminosa. La levodopa es el precursor de una sustancia química en el cerebro –llamada dopamina- que optimiza el transporte de señales nerviosas en el cerebro y lo ayuda a realizar funciones esenciales.

De iz a derecha: Lic Beatríz Avalos, Verónica Noemí Valenzuela y la doctora Margarita Vallejos, equipo que lleva adelante este proyecto de investigación. (Foto Gentileza: B. Avalos)

Datos de contexto. Según informe de las Naciones Unidas, 140 billones de toneladas de biomasa se generan cada año a partir de la actividad agrícola, y si las mismas no son adecuadamente tratadas y dispuestas pueden causar daños permanentes al medio ambiente.

Los desechos agrícolas se descartaban principalmente en vertederos, y solo una pequeña cantidad se utiliza como fuente de bioenergía, biomateriales, abonos orgánicos (compost) y materia prima para la producción de fertilizantes. La acumulación de desechos conllevaba un alto riesgo para el medio ambiente y al mismo tiempo, se desaprovechan compuestos bioactivos.

Numerosos compuestos bioactivos derivados de residuos agrícolas han mostrado potenciales propiedades farmacológicas, pudiendo ser utilizados como agentes para la prevención y el tratamiento de muchas enfermedades crónicas humanas, tales como diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades inflamatorias y cardiovasculares, etc.

Asimismo, los compuestos bioactivos aislados de los residuos agrícolas se pueden utilizar como aditivos o suplementos alimentarios para mejorar las propiedades fisicoquímicas, nutricionales y sensoriales.

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