El Presidente arremetió nuevamente contra la prensa en su discurso al marcar que el superávit se produjo «en contra de los pronósticos de los periodistas especializados».
El presidente Javier Milei atacó nuevamente a periodistas en su cadena nacional de este lunes en la que anunció que en marzo se registró un superávit financiero de $275 mil millones, en medio de un brutal ajuste que generó pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones, despidos en el sector público, reducción de las transferencias a las provincias y de la obra pública.
En tanto, el Presidente marcó que se logró «de esta manera y luego de casi 20 años, superávit financiero de 0,2% del PBI durante el primer trimestre del año».
En tal sentido, remarcó que la importancia del superávit para la administración de La Libertad Avanza: «Este concepto no es ni más ni menos que el único punto de partida para terminar, de una vez y para siempre, con el infierno inflacionario que fue la Argentina desde la caída de la convertibilidad».
Javier Milei destacó el ajuste a las provincias y el fin de la obra pública
En cadena nacional, el presidente Javier Milei volvió a reivindicar el ajuste a las provincias, la paralización de la obra pública y el achicamiento del Estado que impulsó desde el comienzo de su gestión.
En su discurso, el mandatario indicó para alcanzar que el superávit fiscal del 0,2% en el primer trimestre del año «por primera vez en mucho tiempo no se le traslada el costo del ajuste a toda la población argentina» sino a solo aquellos que «fueron beneficiados por el modelo empobrecedor del pasado».
A modo de ejemplo destacó la reducción del 76% de las transferencias discrecionales a las provincias, las que definió como «un sistema tóxico con el que el poder central repartia recursos de todos los argentinos a unos pocos que se sometían a la voluntad del Gobierno nacional».
Además ponderó la reducción drástica del 87 de la obra pública, a la que definió como un «festival de corrupción» donde «se gastaba dinero de los contribuyentes a rutas que no conducían a ningún lado o en obras que se inauguraban 5 veces y nunca se terminaban».
«En nuestro modelo las obras públicas serán financiadas por el sector privado de manera que efectivamente tendremos las obras que los argentinos necesitamos evitando que ese dinero termine en los bolsillos de los políticos o en sus amigos contratistas del Estado», indicó.
También celebró la reducción de la estructura del Estado eliminando el 50% de los cargos políticos y cerrando organismos «innecesarios que se usaban para perseguir a quienes pensaban distinto».