El intento de relanzamiento del gobierno de La Libertad Avanza tras el llamado al Pacto de Mayo tendrá una de sus primeras pruebas de fuego este viernes, cuando los gobernadores se hagan presentes en Casa Rosada para comenzar a debatir con el oficialismo los términos del virtual acuerdo impulsado por Javier Milei. Sin embargo, a 48 horas de ese encuentro clave, el volumen político de la convocatoria parece diluirse a pasos agigantados. No solo porque, por cuestiones de agenda, no existirá una reunión conjunta entre todos los mandatarios y el Presidente. También porque Milei no está dispuesto a ponerse personalmente al frente de las negociaciones, fundamentales para el rumbo de su gestión.
El encargado de confirmar esta información fue el propio ministro del Interior, Guillermo Francos, quien aseguró este martes que los gobernadores serán recibidos por grupos «entre el viernes y el lunes o martes». «No es la idea hacer una reunión con todos en conjunto porque sé que hay algunos que están fuera del país. Después hay otros que no están y hay otros que no quieren venir, por lo que he escuchado», apuntó el funcionario al frente dela interlocución del oficialismo con las provincias. Y añadió, en diálogo con LN+: «Haremos dos o tres reuniones con grupos de gobernadores, por zonas, para después juntarlos».
De esta manera, se descarta que se repita la foto de diciembre, en la que el por entonces flamante presidente Milei se mostró junto a la totalidad de los mandatarios provinciales. Esta vez, según pudo confirmar elDiarioAR, ni siquiera el libertario estará presente en la ronda de reuniones que buscará coordinar Francos. Quienes sí dedicarán su tiempo a sentarse con los gobernadores serán, además del ministro del Interior, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo.
A diferencia de aquella reunión del año pasado, en la que el Presidente avisó que no iba a haber ninguna propuesta de la Casa Rosada para reponer la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancia, hoy el Gobierno sí se muestra abierto a enviar un paquete fiscal que incluya la restitución de ese gravamen, que fue eliminado por Sergio Massa durante la campaña y que implicó la baja en los fondos coparticipables, por lo que impacta de manera directa sobre los recursos de las provincias.
Ayer por la mañana, en el marco de la visita de Milei a ExpoAgro, Francos esbozó que retrotraer el cambio en Ganancias «es un pedido de los gobernadores» y “una manera de solucionar los temas fiscales de las provincias”. Sin embargo, el cordobés Martín Llaryora le puso reparos a esa contrapropuesta oficial al remarcar lo «deprimidos que están los salarios» y que sería más beneficioso apuntar a gravar «a los altos ingresos» de manera progresiva. «Guarda que en un par de meses la discusión va a ser otra. El desempleo, la recesión. Para mí es más importante esa agenda que la otra», advirtió el mandatario provincial.
Llaryora, que había compartido con Francos la inauguración de la megamuestra agropecuaria, recalcó también la necesidad de generar “un diálogo institucional maduro” para sacar a la Argentina de la crisis. Y consultado sobre la convocatoria del oficialismo a los gobernadores para este viernes, el mandatario cordobés dijo que concurrirá al cónclave “con las mejores expectativas”.
Desde que pronunció su discurso de apertura de sesiones ordinarias, en el que llamó a un acuerdo de unidad nacional a firmarse el próximo 25 de mayo en Córdoba, la estrategia de Milei quedó perfectamente trazada: intentar persuadir a los gobernadores para que los diputados y senadores que responden a las provincias acompañen el proyecto de ley Bases en el Congreso, que debió volver a comisiones el mes pasado y cuyo debate cruzó la totalidad del verano legislativo.
«El Pacto de Mayo no es para generar consensos entre políticos, sino para garantizar el bien de los argentinos», subrayó, no obstante, esta mañana el vocero presidencial Manuel Adorni. Es que, lejos de ser un intento genuino de tender puentes con las provincias y dar lugar a sus reclamos, Milei plantea el hipotético pacto como una prueba hacia los gobernadores y una fuga hacia adelante para ganar tiempo de cara a los próximos meses de gestión. “Espero que me demuestren que están dispuesto a dejar a atrás sus privilegios de casta”, dijo el 1° de marzo, mientras se retiraba del Congreso, tras un discurso en el que no vaciló en volver a confrontar directamente con ellos.
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